Buzón de Voz

En un ataque de talento, Fidalgo ha descubierto "una campaña"

Lo primero que dijo Luis Roldán cuando se descubrió su pastel fue que había "una campaña". Lo primero que exclamó, indignada, Ana Rosa Quintana cuando se demostró que había plagiado su exitoso libro fue que se trataba de "una campaña". Lo primero que soltó Julián Muñoz cuando estalló la operación Malaya fue que todo era "una campaña"...

José María Fidalgo será cualquier cosa menos original. Reunido a puerta cerrada el Consejo Confederal de Comisiones Obreras, su secretario general explicó la publicación en este diario de las sorprendentes andanzas empresariales de su hasta ahora mano derecha, María Jesús Paredes, con esa misma alegría argumental: "Es una campaña". Y además, para mayor insulto a la inteligencia de los afiliados, concretó el origen de esa "campaña": el Palacio de la Moncloa.

Desconocemos las amistades que en el mundo del periodismo tiene el señor Fidalgo, pero debería saber que hay periodistas que no trabajan a las órdenes del poder o de la oposición. Por lo demás, no han sido ni Público ni La Moncloa los que desde la dirección de un sindicato han multiplicado su patrimonio, ni los quue han montado una red de empresas cuyo administrador único es un tal Santiago Gil, casualmente gestor privado de fondos de formación de Comisiones y de la contabilidad de varias federaciones. ¿Por qué Fidalgo protege a este señor en lugar de responder? ¿Qué "campaña" está preparando?

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