Buzón de Voz

La igualdad no da igual

El efecto más peligroso de la supresión del ministerio de Igualdad consiste en que parte de la ciudadanía puede pensar que su creación fue efectivamente un capricho personal de Zapatero o una operación de marketing, como la derecha política y mediática se ha hartado de proclamar desde 2008. Por si el número de víctimas de la violencia de género no fuera un motivo suficiente, ayer mismo sonó la prehistórica voz del alcalde de Valladolid, Javier León de la Riva (PP), para confirmar la absoluta necesidad de un organismo público que promueva la igualdad. El simple hecho de que la máxima autoridad en una de las ciudades más importantes de España demuestre que es un sexista y pueda continuar ejerciendo un cargo público sin que pase nada ya justificaría la existencia del ministerio.

Como sostienen todas las organizaciones sociales que luchan por la igualdad real, ese departamento (cuyo presupuesto en 2010 es el más barato de todo el Ejecutivo) ha conseguido en dos años hacer mucho más visible la evidencia del machismo que sigue imperando en este país. Colocar un problema ante el espejo público y denunciarlo es el primer paso hacia su solución. Rebajar el ministerio a secretaría de Estado ahorrará unos cuantos miles de euros, pero a costa de lanzar el peligroso mensaje de que su existencia es una especie de lujo prescindible en tiempos de crisis. (Por cierto, el alcalde morritos de Valladolid gana unos 20.000 euros más al año que cualquier ministro).

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