Buzón de Voz

La multiplicación del brandy

En los tiempos que corren no sorprende que una empresa afronte un alto endeudamiento y dificultades de liquidez. El verdadero problema de Nueva Rumasa es la nula credibilidad de los propietarios cuando garantizan su viabilidad futura. La imagen ofrecida ayer por la familia Ruiz-Mateos con su patriarca al frente, al anunciar la presuspensión de pagos de sus diez mayores empresas, era una invitación a entrar en el túnel del tiempo. El próximo miércoles se cumplirán 28 años de la expropiación de Rumasa, pero las tres décadas transcurridas no han variado un ápice el perfil populista y cómico-dramático del magnate. Ruiz-Mateos denuncia de nuevo "una bestial campaña de persecución" de la que esta vez no puede acusar a Miguel Boyer o a los enigmáticos intereses del Opus Dei. Ahora clama contra los bancos acreedores, la Seguridad Social y la Comisión Nacional del Mercado de Valores.

Este último órgano advirtió en siete ocasiones a los particulares para que desconfiaran de las ofertas de inversión en las que Nueva Rumasa garantizaba rentabilidades de hasta el 12% anual respaldadas a veces por reservas de brandy de Jerez. Siempre hay incautos o espabilados que creen en la multiplicación de los peces, incluso del brandy. La huida hacia adelante permitió reconstruir un imperio de más de 60 empresas, en su mayoría controladas desde paraísos fiscales. Cabe exigir que, esta vez, el control del hundimiento no cueste un euro al erario público.

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