Buzón de Voz

Desregulación garantizada

Si hubiera que buscar dos puntos en los que hoy estuvieran de acuerdo economistas y expertos de muy distintas ideologías, universidades, generaciones y orígenes geográficos serían estos: 1.- La crisis financiera que estalló en 2008 no se habría producido sin la desregulación de los mercados alentada por los gobiernos; y 2.- El poder político no parece haber aprendido la lección, lo cual provocará otra crisis de iguales o peores consecuencias en un próximo futuro. Lo que en su día ocurrió con el suelo y la vivienda puede observarse en los últimos meses con los alimentos. Alguien compra muy baratas las materias primas (trigo, maíz...) y espera con impaciencia a que el crecimiento de la demanda en los países emergentes haga subir los precios. Los estudios más fiables atribuyen hasta un 31% de la escalada en el precio del maíz al negocio especulativo.

El 80% del mercado financiero mundial de materias primas está en manos de bancos de inversión que harán todo lo posible para que sus fondos consigan el beneficio más alto en el más corto plazo. Entre sus prioridades no figuran obviamente ni invertir en la economía real ni evitar las hambrunas. Mientras tanto, instituciones internacionales y gobiernos (de derechas o de izquierdas) siguen asumiendo los objetivos del liberalismo desregulador, ya se trate de moderar los salarios o de adelgazar los servicios públicos. Rajoy (a la espera) proclamó el sábado ese original eslogan: "Menos regulación, más libertad".

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