Buzón de Voz

El PP y Moody’s hacen la pinza

El Congreso de los Diputados vivió ayer otra de esas escenas surrealistas que en los últimos meses abundan en la política española. El decreto ley de recapitalización de las cajas de ahorros fue convalidado gracias a los votos de CiU y de Coalición Canaria. El Partido Popular esperó al último momento para confirmar que haría lo que todo el mundo sabía que haría desde antes incluso de conocer una sola línea del plan de reestructuración financiera: abstenerse. Es lo que viene haciendo desde mayo con todas aquellas medidas del Gobierno que irritan al electorado de izquierda y deberían satisfacer a una oposición conservadora que defiende postulados neoliberales. Son las reformas que reclaman los mercados, Merkel, la UE, el FMI, la OCDE, el Banco de España y un tropel de economistas convencidos de que el que paga siempre tiene razón, salvo cuando se trata del Estado, al que conviene seguir desnudando hasta que entregue la última prenda. Mariano Rajoy, pese a sus tempranas proclamas de apoyo patriótico a toda medida que reforzara el sistema financiero, le ha cogido el gusto a la abstención.

No porque no le guste al PP privatizar cajas (siempre que no sean gallegas), sino porque apoyar una propuesta económica del Gobierno arruinaría su discurso electoral, mientras que abstenerse equivale a un no edulcorado de presunta responsabilidad. Si se trataba de "devolver confianza a los mercados", el PP y Moody’s formaron ayer una curiosa pinza.

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