Buzón de Voz

Urnas contra hachas y serpientes

El etarra Ander Errandonea salió ayer de la cárcel después de haber cumplido 25 años de condena y lo primero que hizo fue desplegar un cartel hecho a mano en el que mostraba su apoyo a Bildu. De inmediato, el PP y los medios conservadores han exigido al Gobierno que utilice esa pancarta para impedir que la coalición legalizada por el Tribunal Constitucional se presente a las elecciones. La ecuación es tan simple como falaz: un etarra apoya a Bildu, por tanto Bildu es ETA. Ha habido suerte. Si en lugar de pintar unas manos que introducen papeletas en unas urnas, el expreso hubiera dibujado el escudo de la Real Sociedad, lo mismo el club donostiarra no acabaría la Liga. Hay un punto en el que incluso coinciden la izquierda abertzale y quienes no aceptan su derecho a participar en las elecciones siempre que hayan abandonado su apoyo a la violencia, y es el intento de desprestigiar (aún más) los mimbres que sostienen el Estado de derecho. Es lícito y conveniente debatir las sentencias, sus fundamentos jurídicos, la valoración de las pruebas, los votos particulares... Pero es insultante pretender que cuando el Supremo ilegaliza Bildu por 9 votos contra 7 "se hace justicia" y cuando el Constitucional decide legalizarla por 6 votos contra 5 "se hace política". Lo inadmisible sería que un candidato de Bildu ensalzara el terrorismo de ETA; que un etarra dibuje urnas y no el hacha y la serpiente simboliza lo que la democracia busca desde hace décadas.

Más Noticias