Buzón de Voz

La mano que mece la CEOE

El presidente de la CEOE, Juan Rosell, intentó justificar ayer la voladura de las negociaciones que durante casi cinco meses ha mantenido con los sindicatos sobre la reforma de la negociación colectiva. Lo intentó, pero su propia argumentación demuestra que los sindicatos dicen la verdad cuando denuncian que faltaba "un cuarto de hora" para llegar a un acuerdo antes de las elecciones del 22-M y todo se fue al garete tras las presiones del ala más dura de la CEOE. No es creíble, como dice Rosell, que no haya habido "ningún cambio en los planteamientos" de la patronal "a lo largo de la negociación". Alguien que no varía un solo planteamiento durante cinco meses de conversaciones es un nefasto negociador o no tiene nada mejor que hacer que marear la perdiz sin disposición alguna para el acuerdo. Esa descripción no encaja con la inteligencia y el talante conciliador del propio Rosell. Tras el batacazo electoral del 22-M, la influyente patronal madrileña (muy vinculada al PP) ha presionado de palabra y por escrito a la dirección de los empresarios para que no firmara pacto alguno. "Mejor esperar un momento oportuno", dijo ayer Rosell, en un reconocimiento implícito de que ha cedido a la estrategia del PP, consistente en dar por amortizado al actual Gobierno. Ahora es el Ejecutivo quien tendrá que rescatar todo lo acordado en materia de negociación colectiva por patronal y sindicatos antes de que el arrollador triunfo del PP el 22-M cambiara el paso a la CEOE.

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