Buzón de Voz

Abdominales ideológicos en tiempos de crisis

Se ve que Mariano Rajoy ha librado el fin de semana, o quizás no se haya recuperado del susto al enterarse de que su predecesor, José María Aznar, hace ¡2.000! abdominales diarios en el garaje de su casa. Si es que así es complicado consolidar un liderazgo. Cuando la sombra que te persigue es culturista y no se cansan de adjudicarle idilios y paternidades, ¿qué puede uno hacer para centrar la atención sobre la crisis económica?

El caso es que el líder de la oposición no ha contraprogramado un solo acto, lo cual ha permitido a Rodríguez Zapatero sacar abdominales ideológicos y anunciar que su Gobierno conseguirá capear el temporal sin recortar los gastos sociales. No sólo mantiene sus compromisos de seguir subiendo las pensiones mínimas por encima del IPC o de invertir mil millones de euros en 2009 en ayudas a las familias con personas dependientes. «¡Que no me pidan dinero para empresas en dificultades que antes obtuvieron grandes beneficios!», advirtió ayer el presidente en las campas leonesas de Rodiezmo, donde culpó de la actual situación económica a la política neoconservadora de Bush y de sus imitadores.

Los portavoces de guardia en el Partido Popular tiraron de argumentario y, en lugar de responder a las recetas de Zapatero, le acusaron por enésima vez de desviar la atención con asuntos como el aborto, la eutanasia o la memoria histórica. Sostiene el PP que estos temas no interesan a nadie, aunque no explica en qué encuesta se basa para afirmarlo.

A la espera de que hoy, lunes, reaparezca el líder de la oposición, ejerció el papel de voz crítica o escéptica el secretario general de UGT, Cándido Méndez. No es que amenazara con una huelga general a Zapatero si se le ocurre olvidarse de defender los intereses de los trabajadores, pero por si acaso le recordó que no sería la primera vez que el "sindicato hermano" se echa a la calle. Sobre todo si Corbacho sigue enredando.

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