Cartas de los lectores

6 de septiembre

La responsabilidad de los ex presidentes
Un ex presidente del Gobierno no es un político cualquiera, ya que sigue teniendo una gran responsabilidad, y cuando emite una opinión –a la que tiene perfecto derecho como cualquier ciudadano–, debe de hacerlo con moderación. Es por esto que cuando José María Aznar hace declaraciones oportunistas hablando de las maravillas del capitalismo, que mata de hambre a media humanidad, o niega el cambio climático, para que sus amigos puedan seguir haciendo negocios, no podemos más que indignarnos.
Aznar es un muy eficiente portavoz de las ideas neoconservadoras más recalcitrantes, por eso se le debe de poner la carne de gallina cuando piensa que israelíes y palestinos puedan llegar a un acuerdo y no haga falta construir más armas. Pero puede estar tranquilo, a pesar de las apariencias, los pistoleros en el poder –sean de donde sean– no tienen ningún interés en la paz.
Manuel Salvador Bastazo Navarrete/ Málaga

Los incidentes con Marruecos y el doble rasero del PP
Recientemente, los confusos incidentes de Melilla han vuelto a ser utilizados como arma arrojadiza contra la política exterior española y con un actor de primera, Aznar, que como a Santiago Apóstol contra los moros, sólo le faltaba el caballo blanco. Lo último, unos españoles que de buenas a primeras se enjaretan contra los servicios de orden público marroquíes sin más y provocan lo que era más que evidente. Eso sí, con la consiguiente reacción de González Pons, que al parecer estaba esperando la ocasión.
No veo a los medios afines a la derecha definir este incidente con aquella maledicencia de "vacaciones solidarias" que le espetaron a los secuestrados de Acció Solidaria. Es más, para ellos son y serán por mucho tiempo los nuevos mártires: primero, de la política represiva de Marruecos; y segundo, de la débil política exterior de España en el Magreb.
A todo esto, uno de los protagonistas de aquella venta, cesión o salida vergonzante de la ex colonia, allá por 1975, Manuel Fraga, ministro de Gobernación del Gobierno de Arias Navarro, calla. Para otras cosas, se le ha visto más suelto. En todo esto, algo no cuadra. ¿O sí?
Francisco Javier España Moscoso / Galapagar (Madrid)

El miedo de Francisco Camps a la ciudadanía
Los del PP de la Comunidad Valenciana celebraron una cena en un restaurante de Teulada, Alicante, con todo su séquito habitual. En la puerta del restaurante había un grupo de gente manifestándose en contra de Camps, así que para no pasar por delante de los ciudadanos y no tener que escuchar pitidos y abucheos, se camufló en una furgoneta.
Ahora ha decidido ir por sorpresa a los actos y eventos a los que tiene que asistir para no tener que pasar malos tragos y ver a los ciudadanos manifestarse contra él y de su política. Al censurar hasta sus movimientos, nadie sabe por dónde ni adónde va, ni siquiera los medios de comunicación pueden hacerle preguntas sobre Gürtel. Esa es la política de este Gobierno, la de la cara dura y la irresponsabilidad.

Carmen González Lago / Mislata (Valencia)

La crisis mundial es culpa de la avaricia de los estados
Esta crisis, como las anteriores del capitalismo, va a exigir una gran quema, crear escasez artificial, para que el dinero empiece de nuevo a circular, concentrándose cada vez en un menor número de manos. Para eso están los estados, para meternos en guerras preventivas sin principio ni final y que todos acudamos sumisamente a ellas. Y si acaso se nos ocurre exigir la paz, que se decida colectivamente lo que se produce, cuánto, cuándo y cómo se reparte, ahí está el Estado para garantizar el orden sacrosanto del libre mercado y la competencia entre emprendedores.
Podemos seguir echando la culpa a la foto de las Azores o podemos hacer una actualizada con nuevos líderes, pero comprobaremos que no ha cambiado casi nada.
Luis Fernando Crespo Zorita / Alcalá de Henares (Madrid)

La derecha española está en el jardín de infancia
La derecha española es proclive a resolver los problemas derivados de la diversidad, negándolos. Uno de los argumentos de la derecha con el que suelen justificar la injustificable invasión de Irak es que con Sadam Hussein se hacía imposible la convivencia entre chiítas, suníes y kurdos. Para el problema multicultural español, responden de igual manera: España es una, su idioma el castellano y su bandera la bicolor; y todo lo demás que se diga es mentira, una satánica conspiración de unos pocos resentidos secesionistas. Y es que son como niños chicos.
Pero lo que necesita la política española son adultos, que a diferencia del niño, no niegan el problema, sino que buscan solucionarlo, interpretando lo mejor que pueden los legítimos deseos de las partes en litigio y buscando los elementos de encuentro para alcanzar un acuerdo de mínimos a partir del cual puedan crecer en una convivencia basada en el respeto mutuo y la solidaridad.
mario lópez sellés / madrid

El cambio climático y la justicia universal
Pese a que el cambio climático y sus nefastas consecuencias son ya una realidad palpable en gran parte del planeta, parece que la mayoría de la comunidad internacional prefiere ignorarlo en aras de sus propios intereses económicos.
La existencia de una clara relación entre las políticas practicadas por ciertos estados y el cambio climático debería permitir a nivel global su persecución, así como la ulterior reclamación de la pertinente compensación económica por parte de las comunidades o regiones afectadas. En caso contrario, la voracidad y el egoísmo de un puñado de países, seguirá hallando impunidad en unas actitudes que están conduciendo al planeta hacia un gran abismo.
Martí Gassiot Garriga/  Barcelona

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