Cartas de los lectores

19 de octubre

Obreros y estudiantes franceses, ‘chapeau’
La respuesta a las medidas anticrisis es sustancialmente distinta en Francia y en España. A Nicolas Sarkozy le han montado ya siete huelgas generales y un sinfín de manifestaciones, mientras que en España tuvimos una sola huelga general y los sindicatos casi tienen que pedir perdón. En Francia, los estudiantes se unen a las protestas de los obreros; aquí están más preocupados por hacer botellón. La opinión pública en Francia apoya mayoritariamente la lucha de los trabajadores; aquí nos debatimos entre si el PP ganará por mayoría absoluta o no. En Francia se habla de los ideales de Mayo del 68; aquí, del franquismo y del Tea Party. El salario mínimo francés es de 1.100 euros; aquí casi la mitad y se nos propone cobrar menos.
Si el capitalismo nos va a quebrar la espalda, al menos no se lo pongamos fácil. Ya está bien de cargar siempre contra los asalariados. Y no nos entreguemos sin más, porque lo vamos a pagar muy caro.
SALVADOR CANTABRANA JIMÉNEZ / LOGROÑO

Francia se moviliza
contra los recortes sociales

Que la juventud francesa se movilice masivamente junto a los trabajadores en contra de la reforma de las pensiones que pretende llevar a cabo el Gobierno de Nicolas Sarkozy dentro de sus medidas para superar la crisis económica dice mucho de esta juventud francesa, siempre a la vanguardia en las movilizaciones sociales y políticas.
Creo que le debemos mucho a este país.
Josep Robert Reig Miró
Barcelona

Voces unidas en una huelga general europea
Por fin comienzan a sonar voces, dentro de la Confederación Europea de Sindicatos, que reclaman una movilización de carácter global, en esta ocasión a cuenta del programa de gobernanza económica que se pretende aprobar en el seno de la Unión Europea en abril de 2011.
El secretario general de CCOO, Fernández Toxo, ha elevado la voz en el comité ejecutivo de la confederación para demandar una respuesta sindical europea a unas políticas comunitarias regresivas para los trabajadores. Esperemos que los máximos dirigentes sindicales europeos comprendan, de una vez por todas, que el escenario ha cambiado y que, al igual que los gobiernos de la Unión aplican políticas globales, la respuesta sindical también debe ser global, sin tener miedo a la más efectiva de todas las respuestas, la huelga general europea, que todavía, lamentablemente, no se ha ensayado.
En sus manos está el último bastión de la clase trabajadora, pues, si no, los gobiernos verán legitimadas sus estrategias de resistencia y desprecio para aplicar conjuntamente cualquier tipo de política, por regresiva que sea. Los líderes sindicales se juegan en ello su propio futuro.
Francí Xavier Muñoz Sánchez
Madrid

Yo también soy antisistema,

¡por supuesto!
Mientras el movimiento antisistema se estigmatiza, tenemos que aguantar a nuestro alrededor a banqueros que abonan sumas inmorales a sus asesores y altos cargos; a políticos que sólo piensan en ostentar el poder y que luego consiguen determinados puestos por haber alentado determinados intereses; a directivos de patronales que inflan el organigrama con dinero público y que tienen la desfachatez de solicitar medidas para que nos apretemos el cinturón para que ellos sigan pudiendo mantener yates.
Pagamos impuestos para realizar obras faraónicas en ayuntamientos y comunidades autonómicas y para mantener las diferentes administraciones (locales, autonómicas, nacionales, europeas, mundiales), mientras esa misma burocracia tarda, por ejemplo (y esto es real), cinco años en tramitar una licencia de reforma. Y no hablemos de la justicia o del medio ambiente.
Pero la culpa no es solamente por su ansia de mantener su estatus a costa de sofocar a la clase trabajadora, ya que esa misma población no es capaz de exigir sus derechos.
Tengo 56 años y por todo lo expuesto, entre otras cosas, me considero un antisistema, ¡a mucha honra!
H. Fernando Martín Torés
Candeleda (Ávila)

Una vieja receta indudablemente equivocada
Díaz Ferrán ha declarado que la única solución para resolver las dificultades económicas está en trabajar más y cobrar menos. ¿A quiénes se refiere? ¿A los infatigables señores que ingresan enormes sumas de dinero con una buena jugada del suelo? ¿A los jóvenes mejor preparados de la historia de España que trabajan por salarios que apenas cubren la letra de una vivienda? ¿A los amantes de yates, mansiones, casinos, viajes y fiestas? ¿A las perezosas internas del hogar que ganan 600 euros mensuales por estar disponibles 24 horas diarias?
Pluralizar jamás es acertado y la merma generalizada de las condiciones laborales no aporta entusiasmo, eficiencia, innovación ni riqueza a nuestro país.
Alejandro Prieto Orviz
Gijón (Asturias)

Algunas preguntas
sin respuesta

No entiendo por qué el Gobierno no se ha enfrentado con las armas de la legalidad a los cientos de miles de defraudadores que hay en España antes de tomar otras medidas que han sido rechazadas por la mayoría de los españoles.
El Gobierno debería haber hecho aflorar a la superficie de la legalidad la economía sumergida. Hay inspectores de Hacienda que denuncian que esta ronda el 70 % del fraude en varias comunidades autónomas. Sólo en los alquileres de pisos, el IVA que no se justifica en la declaración de la renta alcanza los 45 millones de euros anuales en algunas provincias.
Joaquín García Mayo
Getafe (Madrid)

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