Cartas de los lectores

7 de febrero

Gobiernos 1-Sindicatos 0

A muchos les ha cogido con el paso cambiado el pacto para la reforma de las pensiones. Sin embargo, hay que reconocer a CCOO y UGT el esfuerzo de negociar una reforma que no creían necesaria. Los sindicatos han actuado con responsabilidad, ya que, con o sin ellos, el Gobierno iba a emprender la reforma, por tanto mejor influir en ella para hacerla menos lesiva.
No podemos obviar que esta reforma era una exigencia de Bruselas dentro de un paquete de medidas que exigían la mayoría de los gobiernos conservadores de la UE. Pero tampoco podemos olvidar que los sindicatos perdieron la oportunidad de hacerse fuertes al no convocar una huelga general en la UE cuando los gobiernos ayudaron con dinero público a las entidades financieras que causaron la crisis. Perdida aquella ocasión, gobiernos y patronal ganaron la batalla a los sindicatos en la europeización de los conflictos laborales.
Francí Xavier Muñoz Sánchez Madrid

La reforma de las pensiones:67 años y un día
Me pregunto cómo vamos a contar a nuestros nietos cómo hemos influido en su futuro sin que se nos caiga la cara de vergüenza. Y cómo nos juzgarán al saber que todo el mundo lo aceptó sin rechistar porque afectaba más a las generaciones futuras (se llaman nietos y nietas, ¿no?). No podrán creer que los representantes de los trabajadores tuvieron algo que ver en eso y que encima salieron riendo en la foto. Y tampoco creerán que, gracias a la Ley D’Hont –que hace que partidos con mínimos votos consigan máximos resultados–,
se propiciase que unos diputados de cuyo nombre ya nadie se acordará sirviesen para hacer que un derecho fuese pisoteado por un Gobierno que prometió no fallar al pueblo que lo eligió. De todos modos, ellos tendrán la oportunidad en la siguiente lucha: la jubilación a los 70 años. ¿Por ahí no pasarán o serán como nosotros?
Emilio Iglesias Delgado Sevilla

Las balas de goma deben dejar de ser un arma policial
Un joven italiano perdió un ojo por una bala de goma disparada por los Mossos d’Esquadra. Tuvo la mala suerte de estar sentado en la terraza de un bar cerca de unos aficionados que celebraban vandálicamente el triunfo de la selección en el Mundial. Y él no es la única víctima: el año pasado, en Barcelona, tres personas perdieron un ojo por balas de goma y otro estuvo ingresado en la UCI durante una semana. Este chico me contaba que ha sentido Barcelona como una ciudad inclusiva, tolerante y participativa, y por eso mismo no puede entender que la Policía utilice este tipo de munición tan peligrosa. Por este motivo, se ha creado la Asociación Stop Balas de Goma. ¿Acaso se justifica que una actuación antidisturbios haga perder un ojo a una persona? La Policía está formada por agentes que sólo pueden utilizar la violencia para disminuir el peligro y generar mayor seguridad, nunca deberían incrementar el peligro. Además las balas de goma no se pueden manejar con garantías, porque rebotan y, por lo tanto, amenazan la integridad física de cualquier persona que esté cerca de una actuación policial de esta índole. Así lo han vivido, en España, 23 personas que, desde 1990, también han perdido un ojo por balas de goma. Por eso muchos países europeos han abolido las balas de goma. Es hora de que los Mossos d’Esquadra las retiren.
Jordi Oriola i Folch Barcelona

Nos queda la Justicia para proteger a los saharauis
De las solicitudes de asilo político realizadas por los 22 saharauis que llegaron en patera el 7 de enero a Fuerteventura, sólo 5 fueron admitidas a trámite. Ante este hecho, la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) presentó, de acuerdo con la Ley de Asilo y Protección Subsidiaria, un recurso ante la Audiencia Nacional solicitando la adopción de una medida cautelar que impidiera su expulsión en tanto se resolvía la admisión a trámite del mismo. Algo de razón debe de tener CEAR cuando la Sección VIII de lo Contencioso Administrativo de la Audiencia Nacional ha tenido que dictar una providencia en la que establece una medida cautelar cuyo efecto es la paralización de la expulsión. CEAR veló por los derechos de los saharauis. Menos mal que, tanto a ellos como a nosotros, nos queda la Justicia.
José María Sánchez y Torreño Plasencia (Cáceres)

Por un aire limpio en calles también limpias
Agradezco los espacios sin humo, pero también agradezco cuando no se imponen las cosas. Soy más partidario de potenciar la educación y la concienciación que la prohibición: estaré caduco, pero no me gusta que el Estado me diga lo que tengo que hacer.
Según dicen los expertos, una colilla contamina hasta 50 litros de agua, están hechas de acetato y no son biodegradables, por lo que permanecen durante décadas en el ambiente antes de degradarse.
Hace años se calculaba que el 50% de los cigarrillos se fumaban en la calle, de los cuales el 59% se tiraban al suelo. Así que ahora, con la entrada en vigor de la nueva Ley Antitabaco, ¿cuántas colillas van al suelo? ¿Cuánto hubiese costado que las calles dispusieran de recipientes con arena o agua, ceniceros, etcétera?¿De qué nos vale un aire limpio, si a cambio envenenamos más nuestro ambiente? Yo quiero respirar aire limpio, pero también quiero pasear por calles más limpias.
Andoni Pangua Barakaldo (Bizkaia)

Medidas ciudadanas contra el calentamiento global
Hemos hecho oídos sordos ante el CO² y apenas nos movilizamos. No hay ninguna razón para dormirse después de la cumbre de Cancún, porque el CO² es una amenaza mil veces más importante que todas las demás y porque nuestros políticos siguen sedados. Debemos movilizar un voto ecológico realmente útil que obligue a todos nuestros políticos a implicarse en esta lucha. Lo harán si empiezan a sospechar que votaremos al partido que más eficaz nos parezca contra el calentamiento global.
Pablo Osés Azcona Fuengirola (Málaga)

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