Cartas de los lectores

13 de octubre

Internacionalizar la indignación
Sólo de esperanzador se puede calificar al movimiento Occupy Wall Street que, a imagen del 15-M español, reclama una nueva forma de hacer política y, sobre todo, la hegemonía de esta sobre la economía. La clave está en ese ambicioso objetivo, la separación entre el poder político y el financiero, la misma que se marcaron siglos atrás los que abogaban por la separación entre el poder político y el religioso, que alumbró finalmente el pensamiento ilustrado.
Hoy nos encontramos en una tesitura similar, con un poder fáctico, el del dinero, que acogota el poder representativo de la voluntad política de los ciudadanos. La afrenta y el reto son globales y, por tanto, la respuesta también debe ser global.
Los indignados de España, EEUU, Israel, Grecia, Reino Unido, Italia y Portugal deben unir sus fuerzas internacionalizando el movimiento. De lo contrario, la indignación será sólo testimonial.
Franci Xavier Muñoz Sánchez 
Madrid

¿Quién tiene el dinero y dónde está?
En contabilidad es dogma que, en toda operación donde hay un deudor, existe un acreedor por la misma cantidad; como la materia, el dinero ni se crea ni se destruye, simplemente cambia de bolsillo. Todos los estados tienen deudas y los bancos también. Entonces, ¿quiénes son los acreedores y dónde tienen el dinero? Los bancos piden dinero a los estados y estos a los mercados, y para los bancos es mejor negocio especular con ese dinero que inyectarlo en la economía real. Al final, los estados, que somos todos los trabajadores y empresarios inmersos en la economía real, somos los paganos. Y hasta la próxima. Se trata de más mercado y menos Estado, o sea, de liquidar el Estado del bienestar.
Pedro Gómez Palacios
Torrox Costa (Málaga)

El trabajo invisible de las limpiadoras
La batalla que nos describe el último trabajo de la reportera francesa Florence Aubenas tiene por escenario la lucha por la supervivencia de una mujer de mediana edad sin cualificación académica en el mundo laboral. Tras mes y medio de búsqueda exhaustiva, sólo pudo acceder a trabajar como limpiadora a tiempo parcial con un salario de hambre. Hablamos de Francia, no lo olviden, porque, si esta aventura se desarrollara en suelo íbero, las vicisitudes de la periodista se hubieran visto multiplicadas. Y sé de qué hablo, porque servidora encaja como un guante en el perfil de la protagonista del experimento. Por eso, era imposible no verme reflejada en las peripecias que relata. Los sueldos miserables, las condiciones esclavistas, el ninguneo por parte del resto de trabajadores... Las mujeres que pertenecemos a este colectivo poseemos el preciado don de la invisibilidad. Algunas, las más privilegiadas, hemos encontrado cierta estabilidad y podemos pelear por mejorar nuestras condiciones laborales. Pero la inmensa mayoría pertenece a ese ejército imperceptible que soporta abusos en los horarios, maltrato por parte de sus encargados y precariedad general. Si además hay hijos, las tragaderas pueden volverse infinitas.
Con la inmersión en este mundo, Aubenas da voz a las sin voz. Se mete en la piel de las que habitan la última trinchera de los trabajadores y padece mil dificultades para conseguir mantener la cabeza fuera del agua. Le Quai de Ouistreham es un libro imprescindible para entender la realidad de muchas mujeres en una sociedad empecinada en borrarlas de la foto. Gracias, Florence.
Ana Cuevas Pascual

Zaragoza

Morir de hambre en sentido literal
En los últimos días, varias noticias me han escandalizado considerablemente.
Por un lado, tiramos un tercio de la comida que se produce en el mundo. Con lo que se despilfarra en Estados Unidos y Europa, podrían comer los casi 1.000 millones de personas que pasan hambre en el mundo. El precio de los alimentos vuelve a subir y, con ello, el número de personas que mueren de hambre y el de los canallas que se enriquecen a su costa.
Por otro lado, una actriz es condenada a 90 latigazos por protagonizar una película en defensa de la libertad de expresión en su país, Irán. Las mafias siguen enriqueciéndose a costa de los inmigrantes que se juegan la vida cruzando mares o a costa de las mujeres obligadas a prostituirse para pagar deudas ficticias.
Seres humanos contra seres humanos. Despreciable. Son noticias de la crisis, no sólo la económica, sino la moral, la humana, la crisis del sentido común y de la vergüenza.
Gema Anguera Garrochena
Sevilla

En Madrid sí han subido los impuestos
El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, niega que el Partido Popular vaya a subir los impuestos.
Lamento tener que desmentir al alcalde, ya que acabo de recibir el justificante para el pago del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) correspondiente a mi vivienda con un aumento de 26,55 euros respecto al año anterior, lo cual supone una subida del 7,55%.
Si a ese aumento le sumamos la tasa por prestación de servicio de gestión de residuos urbanos, implantada en 2009, en total supone una subida de 162,57 euros respecto a 2008 (un 57% más en los tres últimos años).
Recuerde, alcalde, que la mentira tiene las patas muy cortas. No trate de engañar a los madrileños con sus manifestaciones; el gravamen de mi vivienda ha pasado de 226,99 euros en 2006 a 451,65 euros en 2011, un aumento de 224,66 euros en tan sólo cinco años, lo que representa más de un 100% de aumento.
Francisco Puch
Madrid

Más Noticias