Cartas de los lectores

10 de abril

España, la manzana podrida de Newton
Este es el sentimiento que me embarga al conocer que el gobierno de Rajoy va a recortar un 25,5 % el presupuesto para investigación científica en 2012 (un 35% si comparamos con 2009). Por contra Alemania, país al que tanto criticamos, desde 2006 no ha hecho más que aumentar sus presupuestos para la ciencia: duplicará al español este año y lo aumentará otro 6% al que viene. Allí ya ven el final del túnel, mientras en España nos hundimos más y más en este saqueo financiero (que no crisis). Por lo visto nuestros dirigentes siguen conduciéndose, contumazmente, con la unamuniana frase del "que inventen ellos". Empezaron recortando las ayudas a las energías renovables -que estaban creando miles de puestos de trabajo-, dándoselas al agónico y contaminante carbón que nos harán pagar más derechos de emisiones, y han seguido alargando la vida de las peligrosas nucleares para beneficio de unos pocos (que luego sentarán en sus consejos de administración a los que les han hecho el favor), cuya gestión de residuos pagamos entre todos. La política científica es una carrera de fondo, invertir tres o cuatro años y recortar los siguientes no sirve para nada. La apuesta por la ciencia se demuestra principalmente en los años de crisis. Este recorte que sufre la ciencia española supondrá que los investigadores que deberían reemplazar a las antiguas generaciones, se vean abocados a la emigración. Eso es un despilfarro de conocimiento que no nos podemos ni debemos permitir, pues son científicos formados con el dinero de todos los españoles y de los que se beneficiarán fuera. Si Newton hubiera nacido en España se le habría podido la manzana, o quizás ni siquiera tuviera un manzano bajo el que pensar, pues le habrían recalificado el huerto.
José Luis Benito
Jaca (Huesca)

Identidad

Desde que cayó el muro de Berlín, los mercados financieros empezaron a dominar a la política, consiguiendo con los años que los gobiernos cediesen endeudándose externamente con los especuladores, hasta el punto de caer en sus calificaciones con las conocidas primas de riesgo. Este es el caso de España y sus políticos, que ante la crisis, también han cedido a dicha tentación, obteniendo créditos exteriores a un ya elevado interés, que ha ido aumentando según la falta de confianza, digamos ficticia de dicha entidades, hasta el punto de estar devolviéndoles solo intereses de dicha deuda. Como es un vicio que no retrocede, la UE, junto con el FMI y el BCE, nos está forzando a los paises endeudados, a recortar sin miramientos las estructuras gubernamentales y el estado de bienestar de sus cuidadanías, para bajar su déficit en la medida que exige Bruselas, partiendo de la implacable influencia de la cancillera Merkel dándonos ejemplo del resurgir de sus Alemanias con un comportamiento patriota muy difícil de emular, y eso que no es lider militar. Sabemos por la historia, que los germanos son muy distintos de los latinos, tanto en disciplina, como en terquedad, sin olvidar la fe ciega que siempre han tenido con cualquiera de sus gobernantes.
Montserrat Pernau

¿Y el cambio del modelo productivo para cuando?
Que se sepa, la separación de funciones entre Economía y Hacienda en el gobierno de Rajoy, pretendía conseguir una mayor eficacia en la búsqueda de soluciones a la crisis económica, separando recaudación de gestión económica; pero nada más lejos de la realidad, el  Ministro de Economía, el señor De Guindos, se empeña en hacerle el trabajo sucio a su colega el Ministro de Hacienda, o sea,  que ante la fiebre de recorte y copagos, propone más copagos y recortes. No se si sabe De Guindos que el mayor problema de este país es que no tenemos un modelo productivo que asegure una economía sostenible a medio y largo plazo y la no inversión derivada de tanto recorte va a dejar parada la maquinaria productiva si no lo está ya y no nos lo quieren decir. Sin inversión lo único que se va a conseguir es que el Ministro de Hacienda se quede sin trabajo, ya que la recaudación va a tender a cero en el IVA, en el impuesto de sociedades y en todos los derivados del sector productivo básico; eso sí, el señor Montoro siempre tendrá a mano los impuestos indirectos y las tasas y estoy seguro que si la cosa se torna incontrolable, desempolvarán los timbres y las pólizas, devolviendo aquel tufo recaudatorio que antaño tuvieron los estancos. Mientras tanto, ni un sólo atisbo de cambio en el modelo productivo, o lo que es lo mismo, se sigue al pie de la letra la profecía de Aznar y el episodio de la peregrinación a las Vegas, solo confirma este extremo. ¿Será verdad que España sólo puede aspirar a ser un país de servicios? Mal vamos.
Francisco Javier España Moscoso
Madrid

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