Cartas de los lectores

29 de noviembre

Injustificado olvido
Con motivo de la muerte del gran actor José Luis López Vázquez, se ha hablado mucho de sus inicios y de las personas que formaron parte de su carrera.
Sin embargo, hay alguien a quien no se ha mencionado, a pesar de que fue quien descubrió su talento. Fue el director teatral Modesto Higueras, fundador del primer Teatro Español Universitario, con el que debutó José Luis a los 18 años. De 1939 a 1947, José Luis permaneció en el T.E.U. interpretando todo tipo de papeles. De allí pasó al María Guerrero con Luis Escobar y luego Closas, y después despegó su increíble carrera cinematográfica.
Hasta la muerte de Higueras en 1985, ambos mantuvieron una gran amistad y José Luis siempre le consideró su maestro. Decía que fue él quien le impulsó a ser actor. Así lo manifestó en innumerables entrevistas y en la entrega del Goya de honor en 2005. Creemos por tanto de justicia que a los nombres mencionados en la extraordinaria carrera de José Luis López Vázquez se una el de Modesto Higueras, por el que siempre sintió admiración y respeto.
María Dolores Higueras / Madrid

Cuidado con la sentencia del Tribunal Constitucional
Sobre es Estatut convendría recordar que, según el artículo primero de la Constitución, la soberanía reside en el pueblo y la ejerce mediante representantes elegidos democráticamente y repartidos en tres poderes independientes para que el poder no se les suba a la cabeza. Por lo tanto, debemos considerar que el Estatut ha sido aprobado por los representantes legítimos de los catalanes, por el Parlamento español, representante legítimo de todos los españoles, y aprobado mayoritariamente en referéndum, por lo que, si lo que queda del Tribunal Constitucional decide que el Estatut es inconstitucional, tendremos que cambiar la Constitución o dejaríamos de ser soberanos.
Las leyes no son divinas, y si el sentir popular cambia con los tiempos, habrá que cambiar las leyes.
Raúl Saavedra López

La Consejería de Sanidad de Madrid deriva recursos a la sanidad privada
Desconocía que, en la Comunidad de Madrid, el tiempo de espera hospitalario lo decide y gestiona el propio enfermo. A causa de una cirugía sufrida en julio pasado, he de someterme a nueva para la extracción de las piezas metálicas empleadas en la anterior.
El 15 de noviembre la Consejería de Sanidad me confirmó su realización en un plazo de entre uno y seis meses; el mismo día, me ofreció realizarla en 30 días si optaba por acudir a una fundación privada específica; esta oferta me fue confirmada inmediatamente en carta certificada y con acuse de recibo, en la que se me indica que, ante mi libre elección de no aceptar la oferta de derivación a un centro alternativo, permaneceré pendiente de ser programado en mi hospital de referencia en el plazo que permitan los recursos disponibles y no será de obligado cumplimiento realizar mi intervención dentro del compromiso de tiempo máximo de espera.
Esto es, o claudico, elijo libremente y me opero en la fundación privada indicada en plazo corto y cerrado o elijo, también libremente, operarme en mi hospital sin plazo previsible.
¡Qué buenos son, que nos llevan de excursión! Cómo no me di cuenta antes: la Comunidad de Madrid ha asumido el compromiso de reducir los tiempos de espera pero descarga en los enfermos el peso de la decisión última; como debe ser, que es nuestra salud y ya somos mayorcitos.
Y la Comunidad de Madrid a lo suyo: a facilitar la libre elección o libre albedrío del ciudadano (cosa bastante loable), a ejercer lo del obligado cumplimiento (que debe de ser algo así como "tú lo has querido") y a derivar recursos públicos a la sanidad privada (en lugar de fortalecer con ellos la sanidad pública). Sí señor.
José Luis López / Madrid

Iglesia católica: ¡excomúlgame, por compasión!
Me he enterado de que existen varios tipos de excomuniones dependiendo de la gravedad de los pecados. Después de estudiar minuciosamente el abanico de posibilidades que la Iglesia católica ofrece en esta materia, he decidido optar por la latae sententiae, es decir, la excomunión en su modalidad automática.
Para albergar esperanzas de entrar en esta categoría se deben haber cometido graves pecados como la apostasía, la herejía o el cisma. Yo me acuso de todos ellos y doblo la apuesta: también apoyo la reforma del aborto. Mi interés en que la sentencia tenga el carácter más definitivo posible reside en que esto me proporcionaría una salida airosa de un club al que nunca pedí pertenecer; de una organización misógina que pretende mantener a la mujer amarrada a concepciones no deseadas porque sabe que la prole nos hace más vulnerables, más dóciles. Obispos y cardenales hablan por la boca del macho ancestral y dominante que, lejos de buscar la paridad con las mujeres, nos demoniza e intenta someter negándonos el control sobre la propia reproducción.

Pero ahora rizan el rizo del anacronismo con la amenaza de excomunión a los políticos por votar a favor de la reforma de la ley. ¿Y qué más? ¿Qué será lo próximo? Parece que por la cabeza de Rouco Varela ronda la idea de crear un partido cristiano que defienda los valores de la Iglesia católica. La Iglesia católica es una institución medieval que se basa en datos sobrenaturales y que es declaradamente machista. Justo lo que necesita una sociedad progresista y democrática para participar en la elaboración de sus normas y derechos.
Ana Cuevas Pascual / Zaragoza

En el veinte aniversario de la Convención sobre los Derechos del Niño
Veinte millones de niños quedarán huérfanos en 2010 a causa del sida en el África subsahariana por no disponer de tratamientos adecuados. Más de 20 millones de niños en los países pobres no tienen hoy acceso a ninguna vacuna. En los noventa, 20 millones de niños tuvieron que huir de sus hogares debido a los conflictos. Trescientos mil niños soldado participan actualmente en conflictos armados. En el mundo, mil millones de niños viven en la pobreza y tienen brutalmente infringidos sus derechos.
Todas estas cifras son de la Organización Mundial de la Salud, de Unicef y de Amnistía Internacional.
A modo de ejemplo significativo, en Colombia, donde el largo conflicto armado ha producido cuatro millones de desplazados, más de un millón son niñas y niños. Para celebrar de verdad este 20 cumpleaños, deberían poder hacerlo con sus familias y de vuelta en sus casas. Su Gobierno, nuestro Gobierno y muchos más en el mundo, hasta 191, han ratificado la Convención. Cúmplanla, cumplámosla todos y vigilemos que se respete.
Gonzalo Gómez Álvarez / Sevilla

Contra la financiación por parte del Estado de la visita del Papa a Madrid
Denuncio ante el mundo entero el robo y violación de mi conciencia que está perpetrando el Gobierno de Rodríguez Zapatero al dedicar 50 millones de euros a financiar la visita de un líder religioso musulmán. ¿Que no es musulmán, sino cristiano, y que tiene más millones de fieles aquí que los musulmanes? Lo mismo da: la Constitución me garantiza que ni un euro de mi dinero debe ser empleado en favorecer ninguna ideología o religión, aunque una mayoría tiránica, o un Gobierno débil, ceda al chantaje de un grupo ideológico –mayoritario o minoritario– de cualquier signo.
María Faes Risco / Madrid

Miles de cuerpos de héroes en cementerios invisibles bajo la luna
Hace un año monseñor Rouco afirmaba ante el Pleno de la Conferencia Episcopal que las exhumaciones de fosas dañan "la concordia social".
Un año antes, monseñor Blázquez, que era presidente de la CE, en otro Pleno (en el que Rouco, por un voto, le quitó la reelección de la presidencia de los obispos), nos daba una grata sorpresa: se mostraba dispuesto a revisar la posición de la Iglesia durante la República y la Guerra Civil y definía la contienda como "guerra fratricida" (no una cruzada); manifestaba que los historiadores, que han estudiado mucho "lo que aconteció en España en el decenio de los treinta", hicieran "plena luz sobre nuestro pasado".
Setenta años después de terminar la Guerra Civil, aún permanecen miles de cuerpos de héroes y mártires anónimos en los cementerios invisibles bajo la luna.
Braulio Hernández Martínez / Tres Cantos (Madrid)

El bienestar de la sociedad no es fruto del azar, sino de la política
No puede ser fruto del azar, clima o latitud que los Países Bajos y nórdicos estén en la zona alta del listado que mide el bienestar mundial, o destaquen por el bajo o moderado nivel de corrupción institucional percibida por sus ciudadanos.
Y ello a pesar del peso específico que los poderes públicos tienen en la sociedad; esos tan denostados por los defensores de reducir al mínimo exponente la intervención del Estado en la educación, sanidad, protección social y mercado laboral. Modelos con resultados tan destacables o relevantes para el interés general.
Alejandro Prieto Orviz / Gijón (Asturias)

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