Cartas de los lectores

27 de diciembre

Trabajar por el futuro del planeta
El futuro se juega en tu casa y en la mía, en las opciones de vida y en las decisiones personales. Las industrias, que tantos residuos arrojan al medio ambiente, producen lo que tú y yo consumimos.
Hay tres palabras importantes en el problema de la destrucción de la naturaleza: consumismo, felicidad, pequeño. Si consumimos sin pensar, si ponemos nuestra felicidad en consumir, y si consideramos que nuestro pequeño consumo no afecta al planeta, la destrucción del mundo está servida.
Nuestra economía está basada en el disfrute de bienes materiales y, cuando hay crisis, los gobiernos dan ayudas para incentivar el consumo. Cuanto más consumimos, el planeta se destruye otro paso.
La solución es bien sencilla: ante el consumo, pensar; ante la felicidad, fomentar los bienes espirituales; y ante lo pequeño, ponerlo de parte del medio ambiente: cambia la mina de tu bolígrafo en vez de tirarlo entero, camina mucho, usa la bici o el transporte público, ahorra energía, reutiliza las cosas... infórmate y ten iniciativas.
Evaristo Torregrosa Rodríguez / Elche (Alicante)

La construcción del mausoleo de Franco, un campamento de verano
Ahora resulta que, según la Iglesia católica y algunos sectores de la ultraderecha, la construcción del Valle de los Caídos fue algo así como un campamento de verano que duró 19 años. En contra de la versión del rojerío, que atribuye miles de muertes a los trabajos forzados a los que fueron sometidos los presos, existe otra que fue explicada en el Aula Magna de una universidad católica: "Los arrestados vivían muy bien, trabajaban poco, iban mucho a la cantina y salían de excursión". Vamos, ¡la juerga padre!
Será por eso que, a pesar del artículo de la Ley de la Memoria, se sigue haciendo exaltación de la dictadura y de la figura de Franco en el mausoleo que él mismo mandó construir para perpetuar la dimensión de su cruzada. Y también será por eso que nada indica en el lugar el carácter de campo de concentración que tuvo la obra. Porque fue mentira. Porque el testimonio de quienes sobrevivieron a los duros trabajos, al hambre, los malos tratos y a las duras condiciones climatológicas fue falso. Hace unos años, uno de los pocos que trabajaron allí y quedan con vida relataba las miserias, el miedo y las calamidades padecidas y ahora negadas con vehemencia por los acólitos al dictador. Al preguntarle si había vuelto a visitar el lugar, exclamó: "Solo volvería si instalaran un urinario sobre la tumba del dictador". Pero claro, de desagradecidos está el mundo lleno. Seguro que se trataba de uno de los pocos que no disfrutó en las "colonias" del caudillo. Alguien que no supo disfrutar de las idílicas condiciones en las que se erigió el faraónico monumento a la represión y la humillación de un pueblo. Un ingrato.
Ana Cuevas Pascual / Zaragoza

No existe una voluntad real de resolver el problema de los ‘sin techo’
En Francia abundan los movimientos civiles de ayuda a los desfavorecidos, que asumen el peso de la ayuda a la gente sin techo. En La Coruña escasean estas organizaciones, como no sean las de tipo asistencial. Y esto limita notablemente el campo de acción impidiendo resolver el problema que les afecta. Resulta patético porque más de 30.000 personas malviven en las calles en España.
A la vez es extraño que existan decenas de miles de pisos vacíos en espera de comprador. Por supuesto, se incluyen otras opciones como la disponibilidad de albergues públicos y, sobre todo, de más viviendas sociales. Pero claro, hay que echarle voluntad política y el Gobierno de Rodríguez Zapatero no la tiene. El Ejecutivo sigue autista o bien improvisa sobre la dignidad humana y la solidaridad.
Todos somos en esencia parte de un proyecto global con el que se debería cimentar la sociedad de hoy.
Luis Enrique Veiga Rodríguez / Plataforma de los Excluidos y Sin Techo de La Coruña

Los médicos ya no podemos aguantar más nuestra situación
Los médicos estamos desanimados y desilusionados. Ya no nos salva casi ni la vocación. Después de años de estudios y oposiciones, de sacrificar familia y vida personal para aprender, para formarnos, ¿qué? Creíamos que lo hacíamos para contribuir a la salud de nuestros pacientes, pero nuestros gestores no lo ven así.
La calidad del trabajo realizado no importa. Da igual quién se siente tras esa mesa, da igual la cualificación y titulación profesional mientras esa consulta esté ocupada por alguien.
¿De verdad les importa la salud de los ciudadanos?
Presumíamos de tener uno de los mejores sistemas sanitarios públicos del mundo. ¿Cuánto tiempo le queda? ¿Tres, cinco, diez años?
Me siento frustrada al escuchar a magníficos compañeros y profesionales con más de 20 años trabajando pensando en dedicarse a otra cosa ante la situación actual.
Y no será porque no llevamos años alertando a las autoridades sanitarias de la falta de médicos. Ellos lo arreglan con la jubilación forzosa a los 65 años, contratando a médicos con sistemas de formación para nada equiparables al nuestro, sin la titulación exigida y pagando el que dobles tu jornada en otras siete horas adicionales a la, asómbrense, ingente cantidad de 16,8 euros brutos la hora. ¡Si la hora de mano de obra en el taller cuesta más!
¿Y nos asombramos de que nuestros médicos se vayan fuera?
Estamos empezando a vivir el desmantelamiento de la atención a la población infantojuvenil con los niveles de calidad que teníamos. De tener el segundo sistema sanitario mejor del mundo en la atención primaria a este grupo de población vamos viendo cómo, a nuestro pesar, en los últimos años cada vez se degrada más.

Es a ustedes a los que les toca hacer algo. Nosotros ya no podemos hacer más.
Ana Isabel Díaz Cirujano / Médico Pediatra

«Venga, reduce las emisiones de CO? tú primero»
La falta de compromiso de los principales países contaminantes para tomar medidas contra el cambio climático me recuerda a esa situación tan típica en la que una pareja está hablando por teléfono y ninguno de los dos se atreve a colgar. Lo que sucede es algo así:
EEUU: Venga, vamos a reducir las emisiones de CO².
China: Tú primero.
EEUU: No, los dos a la vez.
China: ¿Y Japón, qué?
Japón: Cuando se comprometa Indonesia.
Indonesia: ¿Por qué yo y no Brasil?
Brasil: Vale, pero India también.
India: Yo, al mismo tiempo que México.
México: ¡Qué lista! ¿Y Rusia?
Etc, etc...
En el caso de la pareja, lo peor que le puede llegar a pasar es que la compañía de teléfonos vacíe su cuenta corriente, pero nada comparable a cómo va a quedar el planeta si los gobiernos continúan dando largas.
Enrique Chicote Serna / Arganda del Rey (Madrid)

Educación para la Ciudadanía y Formación del Espíritu Nacional
Tengo 52 años y tuve que apechugar con la asignatura de Formación del Espíritu Nacional, en la que se nos inculcaba a los jóvenes acatamiento cerril a la moral sexual católica y al régimen franquista. Por lo que parece, la Iglesia se resiste a perder el monopolio de la educación moral. Pretende confundir ética (que puede ser razonada), con "moralina" (que se sustenta en los dogmas y en los prejuicios). Mientras los jerarcas eclesiásticos mantienen silencio sobre los abusos a menores por parte de demasiados pastores de su confesión, ellos siguen pontificando y condenando los métodos anticonceptivos, la educación sexual en las escuelas, el derecho al testamento vital, la investigación con células madre o la progresiva conquista de derechos por y para el colectivo de lesbianas, gays y transexuales.
El humanismo cristiano bien entendido no está en contradicción con la ética laica. La célebre frase de Jesús: "Amarás a tu prójimo como a ti mismo" es lo mismo que decir: "Ten empatía; trata a los demás como te gustaría que te tratasen a ti".
Javier Posa Lozano / Barcelona

¿Podremos votar listas abiertas en las próximas elecciones?
Los partidos políticos propician filtros de representación. El partido más fuerte será aquel que primero haga de su casa la voz del pueblo empezando por dar valor a las opiniones de sus militantes y aplicando los principios democráticos. ¿Quién empieza?
Las elecciones se acercan, ¿existirán listas abiertas para la elección de los candidatos o seguiremos con lo ya consabido de los aparatos o la amenaza de los líderes como Rajoy que, sin pudor alguno, dice que los candidatos lo elige sólo él (y se sigue proclamando demócrata)?
No nos extraña que la mayoría jóvenes encuentre un tufillo demasiado rancio en la política y que sólo esta sea atractiva para unos pocos, tal vez llamados por la colocación fácil al amparo del profesional de la política experto en provocar alejamiento de los ciudadanos de la vida pública. Eso sí, cada cual con su cortijo lleno de estómagos agradecidos.
Pedro Narváez Benítez y Juan Manuel Canle Durán / Cádiz

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