Cartas de los lectores

10 de enero

Hay que separar la Iglesia del Estado
Hay quienes se quejan de que la Cabalgata de los Reyes Magos –entre otras, la de Madrid– tenga menos símbolos específicamente cristianos. Estas personas olvidan que las fiestas están pagadas por la Administración, por lo que son, por tanto, de todos los ciudadanos, y que ningún grupo, aunque antes fuera mayoritario, tiene derecho a imponer su ley a los demás, como intentan esos abusones.
Esos mismos que protestan ya no tienen la capacidad –que algunos todavía hemos conocido– de meter en la cárcel a quienes no piensen como ellos, y sus argumentos toman ahora un tinte democrático que se les nota extraño, como siempre ha pasado respecto al verdadero cristianismo que, como toda religión digna de tal nombre, no debe estar politizada y exige que se actúe por convicción interior, no por coacción.
Es lógico que la justa adaptación de las celebraciones a la realidad de la España actual se note más en esa cabalgata, que recuerda un hecho tan secundario como el de los tres Reyes Magos, que ni eran tres, ni reyes, ni magos, ni fueron ese día, ni...
Verónica Castro Mulder / Madrid

La jerarquía católica no es dueña del patrimonio de lo correcto
Dejé la Iglesia Católica por una cuestión de fe. Tengo fe en que Dios dotó al ser humano de conciencia e inteligencia con el propósito de que las utilizara en libertad y se dejara guiar por ellas en busca del bien. La Iglesia católica, por el contrario, sostiene que la conciencia individual es incapaz de tomar decisiones acertadas, ya que el patrimonio de lo correcto se encuentra en los dictados emitidos por la propia jerarquía católica.
El portavoz de la Conferencia Episcopal, Juan Antonio Martínez Camino, ha dicho que quienes estén a favor de la nueva ley del aborto estarán en pecado hasta que no se confiesen y reconozcan públicamente que se han equivocado. ¿Y cómo sabe él que han pecado? Pues porque no han hecho lo que él, Juan Antonio Martínez Camino, como representante de la jerarquía católica, les ha dicho que hagan. Amén.
Por eso, más que abandonar la Iglesia católica, pienso que a mí me echaron a patadas. Porque me enamoré de aquella frase del Catecismo que aparece, concretamente, en el apartado que habla de la libertad del hombre: "Quiso Dios dejar al hombre en manos de su propia decisión, de modo que busque a su Creador sin coacciones".
Pablo González / Madrid

Reivindicaciones de las asociaciones de las trabajadoras del mar
El intercambio de experiencias, mantener la esperanza en un futuro más digno y humanizar la pesca, así como diversas acciones destinadas a generar solidaridad en torno a la defensa y el respeto de la dignidad de los trabajadores del mar y sus familias son algunas de las finalidades que mueven a las numerosas Asociaciones de las Mujeres de Marineros que existen en muchos países europeos y también en España.
Las mujeres de marineros de la asociación gallega Rosa dos Ventos saben que queda mucho por hacer en la prevención de riesgos laborales en el sector, pues le cuesta menos a un armador la muerte de un trabajador que dotar al buque de los medios necesarios de seguridad y salvamento.
Muchos de estos colectivos de mujeres promueven una serie de reivindicaciones de las administraciones, como el control con cámara web con el fin de regular la jornada de trabajo, evitando así la fatiga y, a su vez, los lances de pesca, para evitar la sobrepesca de los caladeros. También abogan por conciliar el trabajo con la vida familiar, realizando mareas de cuatro meses como máximo y dos meses de descanso en tierra. Reconocen que el equilibrio de la familia del marino depende de una mejora de las condiciones de vida en mar y en tierra, y no de las ayudas europeas para las empresas y los estados miembros sin garantía social alguna. Saben, en definitiva, que queda mucho camino por recorrer, pero están dispuestas a ser las voces rebeldes en favor de la dignidad de los marineros.
José Manuel Pena / Riveira (A Coruña)

El oscurantismo de la seguridad por encima de cualquier otro objetivo
En días de balances como estos, resulta oportuno recordar que la primera ley orgánica del actual periodo democrático, la General Penitenciaria, de 26 de septiembre de 1979, ha cumplido 30 años; la norma legal pretendía articular el mandato constitucional (art. 25.2) y convertir la privación de libertad en una oportunidad de resocialización para los penados, fue aprobada por unanimidad e intentaba hacer tabla rasa sobre las cárceles franquistas que habían padecido muchos de los diputados que la avalaron con su voto. Hecha la ley, no era posible hacer trampas, ni buscar atajos, por lo que fue poco a poco arrinconada en aras de urgencias políticas más inmediatas.

Los dos Reglamentos de desarrollo, aún vigentes, permiten la más absoluta discrecionalidad administrativa, por lo que abundan todo tipo de instrucciones, circulares y órdenes y sus contrarias que desvirtúan el texto legal, al margen de cualquier control democrático efectivo. Desvinculada, desde 1996, del Ministerio de Justicia, la Administración Penitenciaria ha perdido autonomía, pasando a ser tutelada directamente los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, se ha obviado el espíritu constitucional y pervertido el de la propia Ley, recayendo en el oscurantismo de la seguridad por encima de cualquier otro objetivo institucional, precisamente en aquello que se quería evitar. Como si la historia estuviera obligada a repetirse, después de 30 años, las cárceles han vuelto a ser un asunto de Interior. Triste efeméride.
Luis Fernando Crespo / Alcalá de Henares (Madrid)

Aún siguen enterrados miles de cadáveres en las cunetas
¿Hasta cuándo vamos a consentir los españoles, los desmanes y barbaridades a que, día tras día, nos están sometiendo la derecha y la Iglesia de este país?
¿Es que se nos ha olvidado nuestra historia y no sabemos los crímenes, expolios y asesinatos cometidos por el franquismo, amparados por la Iglesia?
¿Cuándo se va a juzgar y condenar todo esto y nos van a pedir perdón al resto de españoles? En pleno siglo XXI, aún siguen enterrados miles de cadáveres en las cunetas.
Guillermo Sánchez Ludeña /  Madrid

Hacen falta corazones para montar otra vez las barricadas
Ahora que el mundo está patas arriba; que los ecologistas van a la cárcel mientras los que depredan el planeta continúan alegremente con su carrera homicida. Ahora que la sociedad se quiebra más que nunca entre pobres y ricos y los canallas salen impunes de sus corruptelas. En estos días, que hay revuelo de sotanas que tienen morriña de otros tiempo y aliados con el lado oscuro pretenden secuestrar a la sociedad para hacerle una regresión forzosa a la Edad Media.
Justo en este momento, en medio de tanta injusticia, atropello, abuso y abusadores, mi corazón se alborota despertando del letargo en el que se había sumido. Se me disparan todas las alarmas. Escucho una voz: "¡Eh, espabila de tu sueño burgués de proletario acomodado! Hacen falta corazones para montar otra vez las barricadas". Barricadas contra el avance brutal de las desigualdades. Contra el oscurantismo de los que quieren dominarnos "a Dios rogando y con el mazo dando". Barricadas contra los filibusteros de los recursos naturales y humanos. Contra la xenofobia hacia las hermanas y hermanos de otras tierras que, como nosotros, sólo son peones rotos de este tablero maldito. Contra los expendedores de mordazas a los que la libertad de expresión produce alergia.
Y si, por tiznar mi corazón contra tanta penuria, como dice Sabina, me acusan de tenerlo colorado, he de decirles que, en realidad, lo siento en carne viva. Y a eso pueden atribuirle el color que ustedes quieran.
Antonio Martín Cascán / Zaragoza

Demasiados problemas en la gestión de la sanidad de Madrid
Mi suegra, Pilar G. N., ha sido intervenida en el Ramón y Cajal de un adenocarcinoma el 2 de diciembre 2009. La biopsia posterior ha determinado que ha de recibir radioterapia y quimioterapia, y ya ha tenido cita con los oncólogos. En cuanto a la quimio, previamente han de hacerle una prueba nuclear el próximo 12 de enero y un TAC para determinar qué tipo de tratamiento ha de recibir en función de una insuficiencia coronaria que padece.
Mi sorpresa ha sido que el 7 de enero la han llamado para pedirle que se derivara a un centro privado para efectuarle dicho TAC. ¿Es acaso para que no aparezca una persona más en las listas de espera?
Deseo que con Pilar G. N. vaya todo como la seda, como si fuera la mismísima reina. No quiero una traba burocratica que retrase el tratamiento, bastante está padeciendo ya.
Los impuestos, directos o indirectos, pagan el servicio público de salud, así como tantos otros. Por eso quiero que mañana mismo le den cita para la semana próxima en el Ramón y Cajal, ¿está claro?
Germán Sánchez / Paracuellos de Jarama (Madrid)

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