Cartas de los lectores

20 de junio

Martin Niemoeller, revisado
Primero vinieron a por nuestra peseta, pero como yo no tenía un duro abracé el euro. Luego vinieron a por el suelo y la costa, después bajaron los tipos de interés, y como yo no tenía dinero, pedí una hipoteca. Nos dijeron que teníamos una economía sana y yo empecé a sospechar, pero como todo el mundo creía en los milagros, pensé que estaba equivocado. Luego fueron los alemanes a confiscar lo que quedaba de valor en Grecia y a extender la consigna de que los recortes son necesarios; supuse que eran necesarios para ellos y, como dicen que ellos pagan la cuenta, acepté sin rechistar. Ahora dicen que va a haber más recortes, pero no queda nadie más que yo y trabajadores y parados paralizados por la propaganda de que todo es por nuestro bien sin saber que nuestro quiere decir suyo, y que, si la solución a la crisis es castigar a los de abajo, la siguiente solución a la crisis está clara: más castigo. Y cuando desperté, Merkel seguía allí.
Emilio Iglesias Delgado / Sevilla

¿A qué esperamos para imponer el modelo chino?
Que si vamos a copiar el modelo austriaco, que si le vamos hacer caso al Banco de España, que si seguiremos los consejos de los empresarios, que si preferiremos escuchar a los sindicatos, que si os impondremos un decretazo... Pero, por favor, déjense de pamplinas y disimulos: copien de una vez el modelo chino. Todos sabemos que es lo que desean y a lo que finalmente nos abocarán. Si la cuestión es dejar satisfechos a los mercados, es evidente que China es el ejemplo a seguir.
Imagínense: jornadas de trabajo infinitas, desprotección total, ley marcial en las empresas, salarios máximos de 100 euros... El ideal de competitividad, algunos ya están generando jugos gástricos pensando en el banquete. Así, todas esas grandes empresas modelo se ahorrarían tener las factorías en Oriente. ¿Tú sabes lo que me cuestan los viajes de mis ejecutivos? ¿No sería mejor tener los esclavos aquí?
Grandes empresas modelo... perdonen que me ría. Lo de grandes supongo que será por el tamaño, no por su honestidad. Y lo de modelo, sinceramente no le encuentro significado, salvo que quieran decir el patrón a seguir para acercarnos a la Edad Media. No digo nombres, pues no me alcanza el paro para un buen abogado.
Entre nosotros: pase lo que pase, que sea rápido. Así, cuando todos vivamos una vida ruin, sin derechos, sin ocio, etc., a ver a quién narices le van a vender sus productos estos sinvergüenzas, sus hipotecas y su basura "made in galera romana". Por cierto, el camino de este mundo se asemeja bastante al del famoso Imperio de Roma, podrido hasta la médula. Supongo que el final será similar.
Alejandro J. Pérez Morán

Debemos dejar de vivir por encima de nuestras posibilidades
Pobres, apaleados y dados por tontos se sienten quienes no tienen más que el fruto de su trabajo para sobrevivir.
La pobreza material no es tan grave si se lleva con dignidad y se lucha por mejorar las condiciones de vida que, muy al contrario de lo que se cree, no consiste en tener más dinero para derrocharlo en grandes almacenes como si no existiese el mañana o en endeudarse hasta las cejas para intentar pagar lo que no poseemos, como los coches o las casas.
Vivir por encima de nuestras posibilidades mata el planeta y a las personas que viven en los lugares donde proceden los recursos para fabricar nuestros vicios.
Manuel Salvador Bastazo / Málaga

La elección del centro educativo de la que habla el PP
He oído decir tantas veces desde el PP y sus afines que los padres tienen derecho a elección de centro que habrá que recordarles que esa solicitud no está amparada en ningún derecho, ni constitucional ni de otro tipo.

Estas personas confunden la elección de centro con el derecho a recibir una educación respetuosa con los principios y credos de cada uno, recogido en la Constitución, como se hace en la escuela pública. Pero deberían recordar que con los impuestos se están concertando empresas educativas privadas, donde no hay control de gestión, donde hay cobro de cuotas y selección de alumnado.
Los centros educativos tienen que compensar desigualdades sociales y no ayudar a crearlas utilizando dinero público, como se empeñan determinados sectores sociales.
Mª José Izquierdo / Teruel
‘Spam’ analógico
en los parabrisas de los coches

Desconozco qué genio de la comunicación decidió una vez que sería una gran idea repartir panfletos sobre los parabrisas de los coches a modo de publicidad invasiva y/o spam analógico.
Puedo corroborar que mi reacción en relación a la empresa anunciante es lo opuesto al interés como consumidor. En concreto, gracias a una empresa de gimnasios, en combinación con las lluvias intermitentes de estos días, tengo una especie de calcomanía difícil de despegar en el cristal de mi coche.
Estoy convencido de que no soy el único al que le sucede. Espero que la publicación de esta carta genere una reflexión a empresas, a consumidores y, con un poco de suerte, a los políticos, para que prohíban esta práctica publicitaria.
Ignacio Caballero Botica
Madrid

No todos hacen lo que dice
Kiko Argüello

En su visita a Valencia, Kiko Argüello –figura principal del grupo de presión de los kikos– proclamó que "todos se divorcian" y puso como ejemplo a los matrimonios de sus acólitos, que no sólo no lo hacen, sino que son los más (re)productivos de Europa.
Pues todos no, y eso sin ser de los suyos. Aún hay matrimonios –incluso entre los creyentes– que no se han separado y que tampoco demonizan a los que lo hacen ni al Gobierno que lo regula. Es cierto –como él también acusa– que la Iglesia tiene mucha culpa por su intransigencia y mal ejemplo, pero ya se sabe que el matrimonio es cosa de dos y un proyecto de vida en común, que hay ir manteniendo e implementando, día a día, con estima y esperanza.
Y Dios proveerá.
Marc Antoni Adell

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