Mis rollitos chinos

Defiende la libertad religiosa y acabarás en la cárcel

En China, un país donde sólo alrededor del  1% de la población es cristiana,  la  Navidad no es mucho más que una nueva excusa para consumir importada de Occidente. Pero para algunos es importante. Por ejemplo, para Gao Zhisheng, conocido activista de derechos humanos  y defensor de la libertad religiosa en China, que es cristiano. Lamentablemente, el activista de 44 años pasará el diciembre en la cárcel, separado de su mujer y hijo. Gao es uno de las casi 70 cristianos  que permanecen encarcelados o en arresto domiciliario en China, según el informe anual realizado por la organización inglesa Christian Solidarity Worldwide, CSW, aunque no ha sido acusado de  practicar el proselitismo u organizar misas secretas, prácticas prohibidas por el gobierno chino, como a la mayoría de la lista.

Gao Zhisheng (cedida por China Aid)

Lo más probable es que fuera encarcelado por defender a grupos cristianos secretos, gente que se resisite a  afiliarse a una de los dos  Iglesias Patrióticas oficiales, la católica y protestante, controladas por funcionarios del Partido comunista. Según las ONG internacionales, Gao - nominado al Nobel de la Paz en 2008 -   desapareció el 4 de febrero de este año en manos de las fuerzas de seguridad pública secretas.  CSW cree que fue detenido y encarceladopor  las acciones que llevaba a cabo en defensa de las víctimas de abusos de derechos humanos y de la falta de libertad religiosa, como los practicantes de la secta prohibida Falun Gong,  o los miembros de  las llamadas "iglesias subterráneas",  que celebran misas en casa.

Oficialmente,  en China hay 20 millones protestantes y 10 católicos, afilados a sus respectivas Iglesias Patrióticas, pero la cifra puede alcanzar el 130 millones, teniendo en cuenta la "iglesia subterránea". Una  cifra muy valiosa para el Vaticano, teniendo en cuenta los fieles que pierde en Occidente. Para no agravar las diferencias con Pekín, el Vaticano reconoce a la mayoría de curas y obispos ordenados por la Iglesia Patriótica  china. Pero los chinos que siguen prefieriendo practicar la religión por libre o predicar sin la supervisión del Partido  pueden tener problemas, como  ser acusados por culto ilegal.

CSW insiste en que  Gao sufre torturas por parte  las autoridades, igual que en otras ocasiones en que ha sido detenido desde 2005. El caso de Gao refleja la arbitrariedad del proceso de mejora de la libertad religiosa y los derechos humanos iniciado por el gobierno chino en los últimos 30 años:  el mismo Gao llegó a ser una estrella en 2001, cuando el Ministerio de Justicia chino le nominó  entre los 10 mejores abogados civiles  de China.  Nacido en una familia pobre del interior de China, Gao fue soldado del  Ejército de la Liberación y miembro del Partido comunista, hasta que decidió dejarlo y ponerse a estudiar  Derecho por su cuenta y crear su propio bufete en Pekín, Shengzhi.  Se  hizo famoso enseguida por aceptar varios casos de víctimas de abusos legales sin cobrar un duro. Pero  su implicación cada vez mayor en ayudar a grupos cristianos ilegales y a seguidores de Falun Gong torturados o perseguidos por las autoridades locales acabaron llevándole a la cárcel por  primera vez en 2005. Fue acusado de  "subversión al poder del Estado", sentencia habitual para encarcelar a disidentes y  activistas en China. En marzo de 2005, el gobierno chino anunció una  reforma de ley para reforzar el registro de iglesias y encuentros religiosos ilegales, o la venta de biblias no autorizadas por la Iglesia Patriótica.
Gao volvió a ser detenido en 2007, poco después de escribir una carta abierta al Congreso de EEUU detallando los abusos de derechos humanos cometidos por las autoridades chinas ante  la llegada de los JJOO de Pekín. Según CSW, fue torturado durante más de 50 días y, a pesar de ser amenazado, no se cortó en describir  en otra carta abierta las torturas a las que fue sometido.  Su atrevimiento podría estar relacionado con su reciente desaparición, pero el secretismo del Partido comunista, y la falta de un Estado de derecho que garantice una inspección judicial independiente,  hacen  difícil  entender cuando cruzó la línea invisible que le convirtió en un  "disidente peligroso"  para el régimen. Su esposa y sus dos hijos huyeron este año a EEUU  por temor a su seguridad y se muestran muy preocupados  por el estado de Gao.
Ante la presión internacional para  liberar a Gao, el embajador chino en Washington Dc, Zhou Wengzhong, dijo en un comunicado hace tres meses que Gao "está en periodo de prueba" y que el "departamento de seguridad pública no ha impuesto ninguna acusación sobre él", sin revelar información alguna sobre el emplazamiento del abogado.

http://www.freegao.com/

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