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Audiencias del Clima

DALE LA VUELTA AL MUNDO // JOSÉ ANTONIO HERNÁNDEZ

* Responsable de Justicia Económica de Intermón Oxfam

Ni Renate Delegencia ni Habiba Osman saben donde está Copenhague. Esta fría ciudad escandinava está muy lejos de sus países, pero en ella se decide su futuro. Renate vive en Filipinas, y nos explicaba hace poco como la variabilidad de las lluvias están arruinando el bambú que usan para alimentarse. Y cuando llueve, lo hace de golpe, destruyéndolo todo. Habiba es también de un país caluroso: Kenia. Esta mujer de 63 años nos contaba como allí las sequías son cada vez más y más frecuentes.

Hoy, sin embargo, otros testigos del cambio climático sí que han traído su voz a Copenhague. Esta mañana Shorbanu Khatun, madre de cuatro hijos en Bangladesh, ha contado cómo perdió su casa cuando el ciclón Aila arrasó el país en mayo del 2009. Cayetano Huanca vive en Ocongate, en los andes peruanos, y ha explicado cómo la velocidad a la que se está derritiendo el nevado Ausangate está afectando a las comunidades campesinas que regaban sus cultivos con los riachuelos que bajaban del glaciar.

Para Shorbanu y para Cayetano este viaje ha sido un gran desafío y una oportunidad de hacer llegar en primera persona la verdadera cara del cambio climático. La cara de la injusticia que significa que quienes menos han contribuido a provocar este problema sean los que están sufriendo sus consecuencias antes y de manera más intensa.

De eso es de lo que se trata en Copenhague. De hacerle frente al mayor reto que tiene la humanidad y de decidir cómo queremos que sea nuestro futuro. Después de una semana participando en estas negociaciones la expectación sigue siendo enorme, pero también la incertidumbre.

Lo cierto es que tras dos años de intentar construir el acuerdo, los últimos documentos que se van a colocar mañana sobre la mesa de los ministros y ministras están llenos de de vacíos. No hay metas para la reducción de emisiones de los ricos, ni compromisos de financiación, ni claridad en la forma jurídica del acuerdo. La casa se ha empezado por el tejado, porque sin claridad en estos fundamentos políticos, no se ha generado la confianza para avanzar. Sólo un movimiento claro de los líderes que empiezan a llegar puede cambiar esto.

Pero para exigir que suceda no vamos a estar ni las ONG ni los representantes de las comunidades afectadas por el cambio climático. Desde hoy las acreditaciones se han reducido a una cuarta parte. El jueves solo habrá unos centenares de representantes de la sociedad civil. Y el viernes, con todos los presidentes decidiendo nuestro futuro, apenas noventa representantes de la sociedad. Dicen que es por la seguridad, pero lo cierto es que así se les ahorra a los líderes la presión ciudadana que ahora está exigiendo que no salgan de aquí con un sin el acuerdo que necesitamos.

Los líderes mundiales. Sarkozy, Obama, Merkel, Hatoyama, Zapatero, Lula, Hu Jintao... Sus nombres son bien conocidos. ¿Quién de entre ellos querrá ser el héroe de Copenhague que levante la voz por un acuerdo fuerte, justo y vinculante? De momento, los héroes que cada día enfrentan a las consecuencias del cambio climático han hablado. Miles de ellos y ellas en sus comunidades, y hoy en la audiencia climática organizada por Oxfam en Copenhague Shorbanu y Cayetano. ¿Estarán a su altura los líderes mundiales? Quisiera volver a casa después de dos semanas en Copenhague sabiendo que sí.

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