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Adelgazar sin esfuerzo

CIENCIA DE PEGA // MIGUEL ÁNGEL SABADELL

Se terminó el verano y con él los anuncios sobre cremas adelgazantes o maravillosas pastillas inteligentes devoragrasas. De todas ellas yo me quedo con las que comercializaba hace unos años una conocida empresa de complementos dietéticos catalana: pastillas de vinagre de manzana, mano de santo para eliminar la celulitis.

Por cierto, ¿sabían que la celulitis no existe? Es un término que fue popularizado por las revistas de moda y las compañías de cosméticos para referirse a esos acúmulos de grasa que se aferran a muslos, nalgas y tripa. Como apareció en
una revista médica de la Universidad de California, "la grasa es grasa".

Potingues y pastillas

Pero volvamos a las pastillas de marras. Como cualquier otro potingue adelgazante que se precie, su éxito reside en prometer resultados casi inmediatos y sin esfuerzo. Y un dato importante: debe ser natural. Si no, no venderá un colín de esa varita que convierte calabazas en carrozas y harapos en vestidos de noche.

Por desgracia, no hay un remedio mágico contra esos kilitos de más. Ya lo dijo Grande Covián: "La única comida que no engorda es la que se queda en el plato". Además, esas cremas o pastillas parecen surgir de la nada. Si ustedes se toman la molestia de rastrear la literatura científica en busca de las investigaciones que demuestren lo que afirman no encontrarán nada.

Michelines y pistoleras
Por otro lado, ¿se dan cuenta de lo que significaría descubrir un compuesto inocuo capaz de eliminar michelines y pistoleras? Sería la gallina de los huevos de oro de la industria farmacéutica. ¡Para qué hablar de los precios! Una caja de 90 pastillas de vinagre de manzana valía unos 50 euros.

Teniendo en cuenta que cada pastilla contiene 400 miligramos, el litro de vinagre sale a casi 1500 euros. Es preferible que se beba un buen vaso del mejor vinagre de manzana del mercado y aún le quedará dinero para irse diez días al Caribe.
¿Sabe cuál es la prueba concluyente de que no servían para nada? Que la propia empresa dejó de comercializarlas. Eso sí, ahora vende galletas devoragrasas, más de lo mismo. Mi recomendación es que para milagros mejor ir a Lourdes. Si no funciona, por lo menos habrá hecho turismo.

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