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Shöningen

ORÍGENES // JOSÉ MARÍA BERMÚDEZ DE CASTRO

* Director del Centro Nacional de Investigación sobre Evolución Humana, Burgos.

Una pregunta que me hago con cierta frecuencia es la siguiente: ¿si nuestra especie no hubiera eliminado por competencia a los neandertales, que habría sucedido?, ¿cómo habrían evolucionado estos homininos, con quienes compartimos un antecesor común que los estudios genéticos situan en un momento no anterior a los 700.000 años de antigüedad?, ¿habrían alcanzado las cotas tecnológicas del Homo sapiens? He consultado la opinión de varios colegas y  algunos no dan crédito a la posibilidad de que los neandertales hubieran alcanzando la complejidad cultural y tecnológica que poseemos los humanos actuales.

En 1995, el arqueólogo alemán Halmut Thieme descubrió en el yacimiento de Shöningen (Baja Sajonia) ocho lanzas de madera de pino de entre 180 y 250 centímetros de longitud. Estas lanzas se encontraron asociadas a numerosas herramientas de piedra de tecnología achelense y varios miles de restos fósiles de caballo producto de una caza intensiva, y su antigüedad es de entre 380.000 y 400.000 años. Los objetos de madera muy raramente se conservan en los yacimientos del Pleistoceno, pero los sedimentos de lignito de Shöningen protegieron estas lanzas de su rápido reciclado natural como materia orgánica.

No se han encontrado restos fósiles humanos en Shöningen, pero sin duda las lanzas y las herramientas líticas fueron confeccionadas por poblaciones antecesoras directas de los neandertales. Las lanzas se obtuvieron de troncos de pino de un determinado grosor, que suponía utilizar árboles de un treintena de años de vida. Se fabricaron con mucho esmero, de manera que la punta afilada coincide siempre con la parte más baja y más dura del tronco. El centro de gravedad de las lanzas se localiza en todos los casos a una distancia de la punta, que coincide con un tercio de la longitud total del arma, como en las jabalinas actuales: ¿casualidad?, ¿diseño?

En mi opinión, las lanzas de Shöningen representan la punta del iceberg de una tecnología sobre madera, de la que apenas nos quedan evidencias. La fabricación sistemática de armas de madera para la caza a corta o larga distancia debió ser común en los antecesores de los neandertales y que estos debieron perfecccionar. Las lanzas de Shöningen sugieren planificación, diseño y conocimientos tecnológicos casi tan sofisticados como los de algunas tribus actuales de nuestra especie.

No me cabe duda de que nuestro dominio actual de la Tierra es fruto de un cúmulo de circunstancias favorables. En otro caso, podrían haber sido ellos o cualquiera de las poblaciones de homininos que hace 200.000 años coexistían en nuestro planeta.

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