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Noticias y libros

Ventana de otros ojos// Miguel Delibes de Castro

En estos días se han producido dos noticias que, por simultáneas, me han traído a la cabeza sendos libros conectados por una pequeña anécdota. Han sido noticia el cuarenta aniversario de la llegada del hombre a la Luna y el choque, percibido casualmente, de lo que parece haber sido un cometa contra la superficie de Júpiter. Los libros a que me refiero, muy diferentes y recomendables para este verano, en su momento me fascinaron. Se trata de El viento de la luna, de Muñoz Molina, y Tyranosaurus rex y el cráter de la muerte, de Walter Álvarez.

La novela de Muñoz Molina recrea un adolescente, trasunto del propio escritor, que en una pequeña urbe jiennense está protagonizando, a modo de arquetipo, el cambio social de la España pueblerina, resignada e ignorante de la postguerra al país moderno que somos hoy. Las distintas tramas del argumento giran alrededor del entusiasmo del muchacho (ante la indiferencia de su familia, que se pregunta qué vamos a ganar con ello "-si no hay agua ni se puede cultivar allí, ¿para qué vamos?") por el momento en que Neil Armstrong pondrá el pie en la Luna. El ensayo de Álvarez es una crónica de la investigación que llevó a demostrar que el paso del Cretácico al Terciario, con la extinción masiva que afectó a los dinosaurios, fue debido al choque de un asteroide con la Tierra en la actual península de Yucatán, en México. Apasionante como un relato policiaco, narra desde el cambio en la geología y su percepción del mundo con la aceptación de la tectónica de placas, ya en la segunda mitad del siglo XX, al descubrimiento de la capa de iridio en los sedimentos y, finalmente, al del propio cráter en Chicxulub.

Mi conexión entre ambos libros fue un patinazo temporal de Muñoz Molina, excusable por aquello de la licencia poética. En cierto momento, el adolescente de su novela, descreído y bastante sabihondillo, le espeta al cura progre del colegio: "¿Qué me dice de los dinosaurios, extinguidos hace 65 millones de años por el choque de un enorme meteorito contra la Tierra?". El cura responde tranquilamente que es sólo una hipótesis. Y el problema surge porque, en teoría, tal conservación sucede en 1969 (¡en un pueblo de la España de entonces!), y la noticia del posible choque de un cuerpo celeste con nuestro planeta fue primicia en Science en 1980.

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