Ciudad Popular

El país, la mala educación y la política

"En una democracia pluralista es importante tener una base electoral estable y amplia, pero es aún más importante no tener a muchos en contra", escribía Popper, un ideólogo muy citado por los liberales conservadores. Supongo que el señor Rajoy no ha leído ni a Popper ni a otros teóricos  de ciencia política, filosofía o sociología pues no están en nómina del diario Marca. Pero algunos de sus asesores deben leer algo más. El señor Rajoy ha recibido muchos votos, o por lo menos su partido, pero son muchos más los que no lo quieren, las izquierdas, la mayoría de los centristas o "moderados" y probablemente una parte de los conservadores. Su aliado natural, Ciudadanos, no lo quiere aunque se inclina con tal de entrar en la mayoría gobernante. El resto no soportan a Rajoy; los electos y los votantes. ¿Tan difícil era encontrar una personalidad de centro derecha, más o menos próxima al PP y aceptable para C’s y PSOE para conseguir, por acción o por omisión, una mayoría parlamentaria? En una democracia pluralista no puedes gobernar con todos en contra aunque seas la minoría más importante. Es el PP y su impotente líder los que bloquean la formación del gobierno. Su táctica es no hacer nada hasta que por cansancio y abstencionismo se convoquen otras elecciones y obtengan quizás una mayoría precaria. Y muchos españoles acabarán por marcharse (políticamente) del Estado español, se habrán "catalanizado".

Resulta irritante la mala educación de Rajoy. ¿Cómo puede proclamar, día sí y otro también, que a él le corresponde la jefatura de gobierno? ¿No sabe que son muchos los votantes que no lo quieren? ¿Acaso no hay una mayoría parlamentaria que no lo acepta? ¿No sabe que la constitución establece un régimen parlamentario con un rey no gobernante y no un sistema presidencialista? Hay que recordarle que el PP inició su escalada al poder político con irradiación nacional en la alcaldía de Madrid. Propició una moción de censura al alcalde socialista que había ganado las elecciones de 1987 una vez fallecido Tierno Galván. En 1989 el PP se alió con Rodríguez Sahagún y lo hizo alcalde. Éste había encabezado una lista centrista y obtuvo 8 concejales, frente a los 24 de los socialistas. Fue la palanca para que el PP ganara las elecciones en Madrid en 1989. Es la lógica del parlamentarismo. Se confunde a la ciudadanía. Forma gobierno el que tiene una mayoría parlamentaria, no el que ha obtenido más votos. La derecha y el PSOE quisieron monopolizar el gobierno y engendraron un sistema electoral que favorecía a los dos partidos más votados y a las provincias con menos población y más rurales. No había alternativas, solamente alternancia. El bipartidismo ha sido conservador y fomentador de la corrupción. Se han creado incluso territorios caciquiles, del PP en las Castillas y Galicia y del PSOE en Andalucía y Extremadura. Pero este cuento se ha acabado.

¿Hay una alternativa? No lo es la "gran coalición". Parece una novedad pero es para que nada cambie. PP y C’s gobernando y PSOE como la muleta que falta. Los barones socialistas están instalados en sus feudos. No quieren cambios, protegen sus intereses y privilegios. Pero para el PSOE la gran coalición sería un suicidio político. Ya está en caída libre, ahora quieren empujarle al precipicio. No sería ya ni alternativa ni alternancia. Los ciudadanos no desean sobresaltos pero ahora viven la política con malestar. Esperan cambios como lo demuestran todas las encuestas. Calificar a Podemos e incluso Izquierda Unida, o las Mareas o los En comunes de extremistas como repite Rajoy es mentira. Gobiernan en autonomías y en ciudades con los socialistas y su discurso dista mucho de ser de extrema izquierda. Los nacionalistas catalanes y vascos en gran parte son de centro o más o menos socialdemócratas. Si han radicalizado el independentismo es por falta de diálogo con el gobierno y las cúpulas de los partidos estatales. Si no se resuelve el embrollo es por la incompetencia y el sectarismo del PP y los barones del PSOE.

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