Ciudadano autosuficiente

¿Conoces el mejor medio de transporte del mundo?

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El mejor medio de transporte del mundo es el avión. No hay nada comparable a ver deslizarse la tierra bajo los pies de uno. No hagas caso de los ecologistas y su resentimiento hacia la aviación. Pero aquí no vamos a hablar de aviones, sino del segundo mejor medio de transporte del mundo.

Como el avión, no necesita carreteras ni vías férreas, como los necesitan los vehículos de ruedas. Puede moverse por donde quiera, ya que es un vehículo con patas, sin duda el medio de transporte del futuro. Recientemente se ha informado de las experiencias del Departamento de Investigación del Ejército de los Estados Unidos para crear mulas artificiales para transportar la impedimenta de los soldados (por cierto, ¿no sería más sencillo usarlas naturales?).

Pero tampoco hablamos de un vehículo artificial con patas, sino de uno diseñado por la evolución para caminar largas distancias, el ser humano. Somos caminantes por naturaleza, aunque no buenos corredores. Hace tiempo, y todavía lo es en algunas partes del mundo, caminar era el modo natural de viajar. Trayectos de 50 km diarios no eran excepcionales. Más exactamente, los ricos iban en carroza o en caballerías y los pobres caminaban.

Cientos de años después, todo el mundo va en carrozas mecánicas, los pobres en transporte público y los menos pobres en coche, y caminar como medio de transporte se ha convertido en una excentricidad. En algunas ciudades de los Estado Unidos te pueden detener si te pillan caminando por una avenida, resultas sospechoso: ¿porqué no estás conduciendo tu coche? Se considera natural hacer jogging o footing o walking vestido con absurdas prendas deportivas, pero ir andando a atender tus asuntos en trayectos de más de 500 metros se ve raro.

Hasta hoy. El movimiento de peatones urbanos se extiende sin parar. Caminar es adictivo, es la manera más sencilla y barata de atiborrarnos de endorfinas. He aquí tres cosas que ocurrirán si usas el caminar como medio de transporte cotidiano:

1. Pronto te convertirás en un adicto. Ya sabemos todos la cantinela de que caminar es sano, ecológico y sostenible. Tan sano, ecológico y sostenible como la fruta y la verdura, la eficiencia energética y otras cosas igual de aburridas que ayudan a salvar el planeta. Pero caminar tiene una ventaja: termina por enganchar, por convertirse en un placer del que resulta difícil prescindir.

2. Irás menos al médico. Tendrás menos problemas digestivos, cardiovasculares, mentales, etc. Es decir, ahorrarás una pasta en densias, floras y otros alimentos medicina absurdos y caros. Y en prozac y otras drogas legales.

3. Conocerás tu ciudad como la palma de la mano. La velocidad de crucero de un caminante urbano es de unos 5 o 6 kilómetros por hora (de ahí viene la antigua legua, que era la distancia que una persona podía recorrer en una hora). Eso quiere decir que tienes a tu alcance caminando unos 75 kilómetros cuadrados, el tamaño de una ciudad bastante grande. Por mucho que cambies de ruta, terminarás pasando una y otra vez por la misma calle. Es una buena oportunidad para apreciar y disfrutar de los incesantes cambios, del paisaje urbano, diferentes de los de la naturaleza pero no menos curiosos. Siempre hay algo interesante que ver. ¿Y todo lo demás? ¿Beneficios para el medio ambiente, para la sociedad, ahorros económicos, etc.? Pues claro, todo eso va por defecto. ¡En este blog nunca recomendaríamos nada dañino para nuestro planeta!

Al final, lo de ir andando a todas partes se convierte en un vicio. Aunque las encuestas de movilidad recogen el desplazamiento a pie como una modalidad de transporte más, se le presta muy poca atención, pues la oposición transporte privado / transporte público parece que lo llena todo.

El que los peatones sean la última prioridad explica, por ejemplo, que las aceras sean tan estrechas y las calzadas tan anchas, y que el tiempo de paso de los peatones por los semáforos sea tan breve comparado con el de los coches. Pues ya es hora de cambiar esto. Busca en Google asociaciones de peatones en tu ciudad, escribe al ayuntamiento, practica y difunde las mejores rutas a pie.

Nota importante:
Protégete del duro pavimento urbano con buenas suelas. Y ten en cuenta que desgastarás los zapatos a buen ritmo, parece mentira lo rápido que se desgastan las suelas cuando usamos los pies para algo más que para ir del salón a la cocina. La solución son los casi extintos zapateros remendones.

Dos enlaces que te pueden interesar:

Asociación de viandantes A Pie

Una fantástica idea del Ayuntamiento de Pontevedra: el Metrominuto.

 

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