Ciudadano autosuficiente

Ya no hace falta la lupa: mercados online

Ya no hace falta la lupa: mercados online

La compra online de comida prolifera. Así que, sin necesidad de hacer el ridículo con una lupa y una gorra de Sherlock Holmes, tenemos a un clic de distancia montañas de información sobre la comida que compramos cotidianamente. Vale la pena sumergirse un rato en estas estanterías virtuales, aprenderemos mucho para la próxima vez que vayamos a comprar comida. He aquí algunos ejemplos.

La lata de carne de cerdo Apis tiene un 82% de carne y cuatro aditivos (E-xxx). El mismo producto de El Corte Inglés tiene un 90% de carne y ocho aditivos. La diferencia en precio es pequeña, el de El Corte Inglés sale unos céntimos más barato, ¿cuál comprarías? El magro de cerdo ibérico Louriño tiene solo un 60% de carne de cerdo ibérico, ¿debería decirlo claramente en la parte frontal de la lata? Se pueden comparar los anteriores con la venerable lata de corned beef Hereford, 98,7% de carne de vacuno, sal y un aditivo. Hasta aquí hablamos de productos bastante inocentes, que contienen aproximadamente lo que indica el rótulo del envase.

En la estantería de al lado entramos en terreno más peligroso. El fiambre de jamón Delight de Apis sólo contiene un 50% de carne de jamón. El resto es fécula de patata, gelatina y dos tipos de azúcar, con siete aditivos en total. El fiambre de pavo usa el mismo truco. Muy distinta es la pechuga de pollo en aceite Matachín, con una lista ingrediente muy corta que solo incluye pechuga de pollo, aceite de girasol, aceite de oliva y sal. También es más cara.

Las estanterías de conservas de pescado reafirman nuestra fe en la humanidad, cientos de productos con la misma composición: "lo que sea, aceite y sal" o incluso "agua y sal". Esto se aplica a todo lo que sale del mar, desde las sardinillas a los mejillones. Un buen ejemplo de sostenibilidad.

Curioseando más, encontramos misterios como el que una lata (es decir, una conserva hermética) de fabada asturiana marca El Corte Inglés lleve diez aditivos, ocho de los cuales antioxidantes y conservadores. Muy distinto es el mismo producto de la marca Litoral, que carece de cualquier tipo de aditivo. Es un 60% más cara que el producto anterior. En general, cada aditivo resta un 5% al precio final del producto. Los productos mejores y más sanos son más caros.

Si nos alejamos de productos bien conocidos y entramos en otros más recientes y más diseñados exprofeso podemos encontrar cosas muy extrañas. La flauta de pollo y queso La Broche contiene 50 ingredientes, de los cuales 22 son aditivos de tipo E-xxx. Sale a poco más de 3 euros el kilo. Los nuggets de pollo La Cocinera tienen 40 ingredientes, con ningún aditivo de tipo E-xxx, pero con tres tipos de grasa vegetal (palma, girasol y coco) y cuatro tipos de azúcares (dextrosa, almidón modificado de maíz, jarabe de glucosa y fructosa y azúcar a secas).

La mesa del desayuno nos depara algunas sorpresas, como que el ingrediente principal del Cola Cao no es el cacao, sino el azúcar. Más agradable es saber que los Corn Flakes Classic de El Corte Inglés contienen un 91% de maíz, con lo que el azúcar no debería superar el 8% –algunas marcas superan el 40%. No deberíamos cantar victoria, porque justo al lado están los cereales de desayuno infantiles y ahora sí, el azúcar se acerca peligrosamente a un tercio de la composición.

Los Smacks infantiles de Kellogg’s tienen un 55% de trigo. El resto es azúcar y aceite de palma, hasta un 45%, seguramente sin la aprobación del fundador de la marca. Y hay mucho más que ver y que comparar, aunque al final lo mejor será dejarnos de tanto internet y acudir al mercado más cercano, a la parte de las pescaderías, fruterías, verdulerías y mostradores de alimentos frescos en general.

Algunas tiendas online:

El Corte Inglés
DIA
Carrefour
Caprabo

Ya no hace falta la lupa: mercados online

https://tudecides.dkvseguros.com/

Más Noticias