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34 razones de peso para viajar en transporte público esta Semana Santa

34 razones de peso para viajar en transporte público esta Semana Santa

Esta es una lista parcial de los problemas y tareas que te ahorras si cambias el coche por el transporte público, estas vacaciones o en cualquier viaje largo de placer:

1. No tienes que comprobar el estado y presión de los neumáticos, el nivel de aceite y el funcionamiento de los frenos,  para evitar problemas más adelante que pueden  convertir tus vacaciones en una pesadilla.

2. No tienes que conducir con la máxima precaución. En realidad, no tienes que conducir, un profesional se encarga de la tarea. Como consecuencia, la siniestralidad del transporte público es mucho menor que la del coche privado.

3. No tienes que hacer una puesta punto del vehículo, para prevenir una avería del coche que pueda estropear seriamente tus vacaciones.

4. No necesitas parar en una gasolinera para cargar combustible.

5. Puedes olvidarte de la penosa tarea de comprobar precios en las gasolineras para cargar gasolina en la más barata.

6. No hace falta que compruebes las luces del coche, ni que laves cuidadosamente los parabrisas con agua y jabón.

7. No hay necesidad de evitar las distracciones al volante. En el transporte público puedes distraerte todo lo que quieras.

8. Te ahorras consultar la predicción meteorológica. Si vas en tren, serás casi invulnerable a las inclemencias del tiempo.

9. No tienes que descansar antes del viaje, para evitar problemas de fatiga y somnolencia. Puedes abordar el tren o el autobús directamente desde el local donde has pasado la noche de juerga.

10. Nada de comprobar los papeles del coche y el seguro. El billete de tren o bus incluye un SOV ("seguro obligatorio de viajero").

11. Tampoco hace falta llevar un parte amistoso por si chocas con otro vehículo.

12. Ni cambiar el filtro del aire acondicionado si el coche comienza a oler mal.

13. Puedes olvidarte del chaleco de seguridad fluorescente y el triángulo de advertencia.

14. Te ahorras el el estrés de los viajes largos por carretera, tanto de los pasajeros como del conductor, así como cambiar de conductor cada poco tiempo.

15. No necesitas asegurarte de aparcar a la sombra, ni colocar un parasol en el parabrisas (los coches se transforman fácilmente en hornos tras unas horas al sol).

16. Descansar cada dos horas de conducción no es necesario, en transporte público puedes ir todo seguido.

17. Olvídate de llevar gafas graduadas de repuesto.

18. No hace falta que te hidrates durante el viaje para evitar problemas de fatiga al conducir. Puedes ir a tomar algo al vagón restaurante si viajas en tren.

19. Nada de planificar tu ruta con antelación. En transporte público, solo tienes que comprar un billete hasta tu destino final, la empresa se encarga del resto.

20. Se acabó comprobar el nivel de carga de la batería.

21. No hace falta que evites comidas copiosas. En transporte público, puedes comer todo lo que quieras.

22. Ni mantener una atención constante en la carretera. En el transporte público puedes leer una novela o dormir, si lo prefieres.

23. Importante: ya no tendrás que comprobar la banda de rodadura de los neumáticos, si está demasiado desgastada o no.

24. Si estás tomando medicamentos, te dará igual si afectan a tu estado de alerta o pueden provocar somnolencia.

25. Puedes usar usar el móvil sin tasa. En un tren o un bus puedes pasarte todo el viaje enviando wasaps, si lo deseas. Recuerda que, si prefieres hablar, tal vez molestes a tus compañeros de viaje.

26. No tienes que mantener la distancia de seguridad con el vehículo que va delante. Si vas en autobús , eso lo hace un conductor profesional, y si vas en tren, el concepto no se aplica.

27. Tampoco tienes que aguantar atascos y retenciones. Si viajas en autobús, puedes tropezarte con algún atasco, pero no si viajas en avión o tren.

28. Te ahorras distribuir la carga cuidadosamente en el maletero, de manera compensada para que no afecte a la estabilidad del vehículo.

29. No hace falta organizar un plan de distracciones, si viajas con niños. Si viajas en tren, tienes distracción asegurada para los más pequeños.

30. No necesitas mantener la concentración al volante.

31. Ni mantener el coche limpio, así como evitar que le afecte la arena de la playa.

32. No te hace falta descargar en el móvil una aplicación de seguridad para viajes largos, que te ayuda a enfrentar los problemas con que te puedes encontrar en la carretera.

33. Tampoco tienes que practicar la conducción eficiente para ahorrar algo de dinero en combustible.

34. No hace falta que evites el alcohol y otras drogas legales. En transporte público puedes ir borracho si quieres, siempre que no molestes a los otros pasajeros. Y no te hacen soplar.

 

Jesús Alonso Millán

Con información de

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