Ciudadano autosuficiente

¿Eres un Atila? Averígualo con esta sencilla encuesta

atila

¿Con cuántas de estas diez frases estás de acuerdo, puesto que describen tu vida cotidiana?

• Me gusta estar bien calentito en invierno, con la calefacción a tope y paseando en camiseta por la casa.

• En verano, pongo el aire acondicionado hasta conseguir una temperatura polar.

• ¿Aislamientos? ¿Doble cristal? No sé lo que es eso.

• Me encantan los electrodomésticos de gran capacidad, con muchos extras y cromados.

• ¿Qué es una etiqueta energética? Nunca oí hablar.

• Me muevo en mi coche, faltaría más. Voy con él a todas partes.

• Me costó un dinerillo, pero soy el feliz propietario de un cochazo bien grande y la envidia de mis cuñados.

• Voy muy bien solo en mi coche, no quiero compañía, gracias.

• Me encantan los chuletones. Los vegetales están bien para adornar el plato.

• Nunca separo los residuos, vaya tontería, todo el mundo sabe que los vuelven a mezclar en el camión.

 

Diez respuestas afirmativas: tu estilo de vida y el de Atila son idénticos: por donde pasas, no vuelve a crecer la hierba. Tienes una huella ecológica enorme, tanto que necesitaríamos una docena de planetas Tierra para vivir si todo el mundo fuera como tú. Eres un verdadero incordio.

Sabia recomendación: hay un mundo ahí fuera esperándote. Camina, come vegetales, infórmate sobre la manera de gastar menos calefacción, baja las persianas para evitar el sol, habla con tu vecino que va a trabajar a la misma hora que tú y ofrécele tu coche, etc. Ganarás en salud, ahorrarás dinero y ayudarás a tus vecinos – y a tu planeta.

De nueve a una respuestas afirmativas: casi todos estamos en esa situación. Tenemos una huella ecológica innecesariamente grande, que corresponde a un estilo de vida que nos enferma, nos cuesta muy caro y molesta a nuestros coetáneos.

Sabia recomendación: examina tus respuestas afirmativas con más detenimiento y haz algo para cambiarlas: prueba a moverte en bicicleta, coloca varios cubos de residuos en la cocina para separarlos adecuadamente, usa un simple ventilador en lugar de una costosa instalación de aire acondicionado, etc.

Cero respuestas afirmativas: tu estilo de vida es más bien franciscano, austero y sostenible. Ojo, hay que distinguir entre la sobriedad vital y la penuria: una cosa es usar la calefacción con parsimonia y otra tiritar de frío por no poder pagarla.

Sabia recomendación: sigue así y convence a tus vecinos, parientes y amigos para que te imiten.

Más Noticias