Ciudadano autosuficiente

Las ocho mejores medidas para combatir el ruido

Las ocho mejores medidas para combatir el ruido

El ruido, paradójicamente, es un asesino sigiloso. Sus efectos se notan a largo plazo, y con él no tenemos conciencia de tragar algo tóxico como nos pasa con la contaminación atmosférica. Por esta razón, un problema tan preocupante de salud pública tiende a ser tratado como algo sin importancia.

Ordenadas de menor a mayor dificultad, ahí van las ocho principales medidas que puedes tomar contra el ruido. Ponerlas en práctica garantiza una reducción de tu producción de ruido entre un 60 y un 80%. Como consecuencia, tu estado de salud mejorará y tus vecinos y coetáneos vivirán mejor.

1. No es probable que seas una fuente de ruidos molestos para tus vecinos, pero por si acaso examina el volumen de sonido al que regulas el televisor y otros aparatos. La regla infalible a este respecto es "ponte en su lugar", así evitarás usar una taladradora o ponerte a trasladar muebles pesados de sitio a las cuatro de la madrugada. Si vas a realizar una actividad verdaderamente ruidosa, como una reforma de la casa, avisa previamente a los vecinos.

2. Si usas el coche para moverte, te conviertes en una potente fuente de ruido móvil. También aquí hay solución. La principal es reducir la velocidad, a 30 km/h o lo que permita la ordenanza municipal y el tráfico que te rodea. La segunda medida más importante para reducir el ruido de tu coche es practicar la conducción relajada, sin frenazos ni acelerones bruscos. La tercera es simplemente ser una persona educada, no usar el cláxon sin venir a cuento ni dejar una estela de música a todo trapo a tu paso.

3. Muévete sin hacer ningún ruido. Lo mejor es usar un vehículo más silencioso, como un coche eléctrico, o completamente silencioso, como la bicicleta. O caminar, si no se usan chancletas o tacones.

4. Compra silencio. Muchos electrodomésticos, como lavadoras, frigoríficos o aparatos de aire acondicionado, indican la cantidad de ruido que producen en su etiqueta. Elige siempre los que indiquen un nivel más bajo de decibelios (marcados dB en la etiqueta). Si vas a comprar neumáticos, fíjate en el nivel de ruido que indica su etiqueta.

5. Mejora el aislamiento acústico de tu casa. Reducirá tanto el ruido procedente de tu casa de cara a los vecinos como el ruido exterior que te pueda afectar. Puedes hacer muchas cosas, desde plantar algunos arbustos frondosos en el balcón hasta colocar paneles especiales absorbentes del ruido. Consulta con un profesional en la materia.

6. Ten cuidado con el aire acondicionado. Si vas a instalarlo, no coloques el compresor en el patio de vecinos. Súbelo al tejado o a la azotea. Y procura no tenerlo todo el tiempo encendido, a máxima potencia.

7. Protesta contra el ruido ajeno, contribuye a bajar el nivel general. Muchas personas particulares o actividades empresariales (como fábricas y bares) no saben que son muy ruidosas, porque nadie se lo ha dicho. En la mayoría de los casos, el exceso de ruido se puede resolver amistosamente.

8. En el peor de los casos, confía en la justicia. Hay buenas noticias al respecto: desde la ley del Ruido de 2003, los tribunales han determinado en varias ocasiones que la exposición al un ruido excesivo equivale a una agresión física y que debe ser tratada como tal a la hora de pedir responsabilidades.

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