Ciudadano autosuficiente

Tres claves para cultivar tus propios alimentos

Hay una opción complementaria para conseguir nuestra comida, impulsada por el Pacto de política urbana de Milán (2015) que nos ayuda a llevar una alimentación más sana y sostenible: la producción alimentaria en ciudades y sus alrededores, es decir, la agricultura urbana.

Este concepto seguro que trae a la mente la imagen de un huerto urbano comunitario. Esto puede llevar a creer que es necesario un gran espacio para poder cultivar tus propias verduras y hortalizas, pero en realidad todo espacio es bueno para crear un huerto: no importa el tamaño.

 

¿Qué necesito?



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La receta para un buen huerto es sencilla: sol, agua y nutrientes. Es aconsejable que las plantas de nuestro huerto dispongan de varias horas de sol diarias, por lo que habría que elegir la parte más soleada de la terraza. No obstante, cada planta tiene sus propias necesidades. El volumen de agua no es fijo, depende de cada planta y de la época del año. Los nutrientes indispensables son nitrógeno, fósforo y potasio. Los sustratos, es decir la tierra que nos servirá de base, normalmente ya traen añadidos estos nutrientes lo que te evita tener que abonar tu cultivo en un tiempo.

 

¿Cómo puedo cultivar?

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Dependiendo del espacio del que se disponga se pueden utilizar diferentes estructuras donde cultivar nuestras plantas.

Las macetas son el método más sencillo y conocido. Si se quiere sacar el máximo partido al espacio es mejor elegir una maceta con formas cuadradas o rectangulares. El volumen que deben tener las macetas depende como siempre de la planta.
Mesas de cultivo: este tipo de estructura requiere de un mayor espacio aunque los resultados son mejores al tener mayor profundidad. Pueden ser de distintos materiales pero se recomienda las de madera por su porosidad. Si lo que se busca es una gran producción de distintas hortalizas como calabacines, berenjenas, pimientos, etc. esta es la mejor opción.
Cultivo hidropónico: es uno de los métodos más versátiles ya que no necesita tierra, se adapta a cualquier espacio y su construcción es fácil, ya que solo se necesita una tubería perforada y una bomba pequeña como la utilizada en los acuarios.
Huertos verticales o cultivo en columna: son una de las mejores opciones si no se dispone apenas de espacio y no se quiere gastar mucho dinero en su construcción.

 

¿Qué podemos cultivar?

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Debemos tener en cuenta tres cosas a la hora de decidir qué vamos a plantar en nuestro huerto: la cantidad de sol que recibe nuestro huerto, la época del año en la que te encuentras y el espacio disponible.Para un huerto urbano lo más recomendable son las verduras, hortalizas, frutos rojos y hierbas aromáticas y medicinales.

 

¿Qué me aporta cultivar mis propios alimentos?

Principalmente un huerto urbano nos ayuda a mejorar nuestra salud, porque cambia nuestra alimentación y hábitos a otros más saludables. Además, nos ayuda a combatir el estrés al centrarnos en una actividad manual y creativa. En el ámbito doméstico, ayuda a formar un vínculo y espíritu de trabajo cooperativo en la familia, ya que al final todos acaban involucrados en el cuidado del huerto.

Texto e ilustraciones: Carlota López

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