Ciudadanos

Estampas andaluzas

ANTONIO AVENDAÑO

La principal incógnita de las andaluzas no es quién ganará el Gobierno, sino quién desaparecerá del mapa. Mientras que para las generales hay los dos candidatos de siempre a la victoria, para las autonómicas andaluzas hay el único candidato de siempre a la victoria, que sigue siendo el Partido Socialista. Javier Arenas simula que él también puede ganar, pero lo ha simulado demasiadas veces como para que convenza de ello a alguien a estas alturas. Arenas es el líder político que mejor sabe poner cara de ganar cuando todos saben que va a perder, mientras que Chaves es el líder que mejor sabe poner cara de empatar cuando todos saben que va a golear. Ésta ha sido históricamente una de las grandes bazas político-fisonómicas de Chaves: que tiene cara de conformarse con el empate.
Pero la gran incógnita es si Izquierda Unida y la Coalición Andalucista van a lograr, al fin, desaparecer. Desde luego, están poniendo mucha voluntad en ello. Han agotado prácticamente todas las maneras posibles de matarse entre ellos. El andalucismo anda como vaca sin cencerro y sin saber qué quiere ser de mayor: si un PNV, una CiU o una ERC. Como siga así, acabará siendo polvo, sombra, nada. En Izquierda Unida, mientras tanto, se odian unos a otros demasiado. Moribundos mutuamente amenazándose con matarse. Así, Chaves y el PSOE no ganan en Andalucía por ser los mejores, sino por algo mucho más sencillo: ganan porque son los únicos normales.

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