Covid-19: cuando la Sanidad también depende del migrante

Una voluntaria del Sindicato Popular de Vendedores Ambulantes de Barcelona cose material sanitario / Fotografía de Joel Kashila
Una voluntaria del Sindicato Popular de Vendedores Ambulantes de Barcelona cose material sanitario / Fotografía de Joel Kashila

Salvador Carnicero (@SalvaCarni16) y Estanislao Pérez (@estanis1494)

  • Los sindicatos de manteros confeccionan mascarillas y batas sanitarias, distribuyen alimentos y crean cajas de resistencia para subsistir en la cuarentena
  • El Sistema Nacional de Salud (SNS) incorporará a más de 200 trabajadores migrantes, priorizando sus trámites de homologación de títulos, permiso de residencia y permiso de trabajo
  • "En Portugal han dado papeles a todas las personas que lo solicitan, pero aquí en España no importan las personas sin papeles"

La Sanidad pública está luchando por contener el avance del COVID-19 en España, el segundo país con mayor número de víctimas y que ya supera los 94.000 contagios. El sector sanitario ha denunciado la carencia de recursos para afrontar la crisis, pero existen otros colectivos aún más precarizados que realizan tareas esenciales y no cualificadas, como los cuidados o la distribución y recogida de alimentos. En su mayoría, migrantes; muchos, indocumentados. El Presidente del Gobierno afirmó que no se dejará a nadie atrás a la hora de abordar la pandemia. No obstante, estos migrantes indocumentados se encuentran en una situación delicada, ya que siguen estando excluidos tanto del sistema sanitario como del laboral

Los manteros son un ejemplo: han sido la diana en los últimos años de una campaña racista ejercida desde determinados medios, que han criminalizado aún más a una comunidad ya de por sí vulnerable. Y la situación de confinamiento general les impide mantener su actividad de venta ambulante. Lamine Sarr, uno de los portavoces del Sindicato Popular de Vendedores Ambulantes de Barcelona, explica cómo ha cambiado la situación de sus compañeros con la crisis del coronavirus: "Aquí todo está parado. Los chicos se ganaban la vida día a día. Si no salen, no pueden hacerlo".

Ante la privación de derechos, este colectivo ha respondido con solidaridad. Los integrantes de este sindicato han redirigido su producción: si antes confeccionaban textil para su marca ‘Top Manta’, ahora fabrican batas y "miles de mascarillas" que ya están destinando a los hospitales catalanes. Además, al igual que los sindicatos de otras comunidades autónomas, recaudan donativos y alimentos de primera necesidad a través de su cuenta de Facebook. Lo hacen para "ayudar a las personas totalmente excluidas del sistema laboral y social", aclara Sarr.

Captura de pantalla del perfil de Facebook del Sindicato de Vendedores Ambulantes de Barcelona
Captura de pantalla del perfil de Facebook del Sindicato de Vendedores Ambulantes de Barcelona

El portavoz del sindicato barcelonés hace también especial hincapié en que los que confeccionan estos productos son voluntarios. "Hemos vaciado la tienda de ropa para vender y la hemos convertido en un taller de costura de material médico", explica. Tras la primera entrega del material, "los costureros siguen cosiendo" porque los sanitarios "necesitan todo lo que podemos hacer al día", añade el portavoz, que también pide "que vengan más costureros y que la fabricación pueda ser más rápida".

"Creemos en el apoyo mutuo, pero a nosotros nadie nos ha apoyado"

Desde el Sindicato de Manteros de Madrid están recogiendo donativos económicos y alimenticios para sus compañeros ante la falta de cobertura del Gobierno: "La única manera de apoyarlos es desde el Sindicato", explica a porCausa su portavoz, Malick Gueye. Estos donativos están destinados al pago de alquileres y a la cobertura de sus necesidades básicas, ya que durante el confinamiento no pueden trabajar. Gueye insiste en que no se han tomado medidas para cubrir las necesidades sanitarias de las personas migrantes y califica de "muy difícil" la recogida de alimentos con las medidas de confinamiento

"Desde las instituciones no han hablado sobre ayudar a las personas sin papeles que venden en la calle"

"En Barcelona están teniendo estos gestos porque creemos en el apoyo mutuo, pero a nosotros nadie nos ha apoyado", afirma Gueye, que observa también que "han salido muchas medidas sociales", pero desde las instituciones "no han hablado sobre ayudar a las personas sin papeles que venden en la calle". En su opinión, estas "no cuentan ni para el Gobierno ni para la sociedad".

‘La crisis de los papeles’

La campaña #SinCitasNoHayDerechos ha visibilizado recientemente una crisis administrativa anterior a la sanitaria, la de las citas en las Oficinas de Extranjería. Los migrantes deben esperar hasta dos años para regularizar su situación por la falta de personal administrativo en estas instituciones o comprar una cita a mafias que las revenden a un precio desorbitado. Mientras tanto, no tienen permiso de residencia -pueden ser encerrados y deportados- ni tampoco permiso de trabajo, entre otras privaciones de derechos: "No pueden ir al médico como cualquier otra persona", recordaba la educadora social Maite Zabalza en noviembre a porCausa.

Ante la falta de personal médico y de Enfermería, el Gobierno y sus ministerios han acelerado los trámites de homologación de títulos, permisos de residencia y permisos de trabajo para incorporar al Sistema Nacional de Sanidad 200 profesionales sanitarios a través del paquete de medidas extraordinarias. Estos trámites presenciales requerían de una cita previa y son los mismos que denunciaba la campaña #SinCitasNoHayDerechos.

La medida de Portugal

El gobierno de Portugal anunció el viernes la regularización de todos los migrantes que se encontraban a la espera de tramitar su residencia, igualando así sus derechos al resto de portugueses mientras dure la pandemia. De esta manera podrán acceder al sistema de salud, al subsidio de paro en caso de despido y al resto de servicios públicos.

"En Portugal han dado papeles a todas las personas que lo solicitan, pero aquí en España no importan las personas sin papeles", afirma el portavoz del Sindicato de Manteros de Madrid. Gueye resalta la importancia de elaborar nuevas leyes que protejan a las personas migrantes y puntualiza que aunque "se hable de la ultraderecha, los gobiernos del PP y del PSOE también son responsables del deterioro de la Sanidad y de no cubrir a las personas migrantes con el Sistema Nacional de Salud".

"Los migrantes están trabajando, cosiendo, limpiando y repartiendo comida. Casi todos los que estamos haciendo esto somos la población migrante"

Por su parte, el portavoz sindical de los manteros barceloneses espera "que también España siga ese camino" y que pueda ayudar a todos los migrantes. "Ahora mismo todos los ciudadanos españoles de primer grado de privilegios están en confinamiento", valora, mientras que "los migrantes están trabajando todos, cosiendo, limpiando y repartiendo comida". "Casi todos los que estamos haciendo esto somos la población migrante", concluye Lamine Sarr.

La salud y la solidaridad no entienden de fronteras ni de documentos de identidad. La comunidad china también ha sumado esfuerzos para frenar el avance del virus en España. La Embajada de Cuba, por su parte, ha puesto a disposición del gobierno de España personal sanitario propio, como ya hizo con Italia. Dos grandes organizaciones de médicos venezolanos asilados en España (Refugios Sin Fronteras cifra en 5.000 sus afiliados) han ofrecido también su ayuda al gobierno español. Manos tendidas, solidarias, que demuestran y avalan con su ejemplo que todos somos migrantes y que este virus lo paramos unidos.

Esta publicación ha sido posible gracias a la colaboración de Fundación porCausa