Con negritas

Las secuelas de la batalla por el dividendo de Repsol

El presidente de Repsol ha logrado que el consejo de administración acepte un dividendo a cuenta más magro que el de 2008, en consonancia con la desfavorable evolución de los resultados de la petrolera, que cayeron a plomo durante los nueve primeros meses del año. Los accionistas recibirán poco antes de navidades 0,425 euros por título, lo que entraña una rebaja del 19%, muy inferior en todo caso a la merma de casi el 55% que los beneficios han sufrido hasta el 30 de septiembre.

Sin embargo, para sacar adelante esta decisión, ANTONIO BRUFAU ha tenido que dejarse algunos pelos en la gatera, habida cuenta la fuerte resistencia del socio mayoritario, Sacyr, a que el dividendo se viera perjudicado. LUIS DEL RIVERO, presidente de la constructora, no ha podido frenar de momento el recorte del dividendo (aún falta por establecer la cuantía del complementario), pero ha conseguido poner en solfa la gestión diaria de Repsol, en la que su grupo ni pincha ni corta, a pesar de que posee un 20% del capital y tiene tres consejeros.

Inevitablemente, después de lo ocurrido, el trabajo de Brufau va a estar sujeto al escrutinio de sus accionistas y de la opinión pública con más intensidad que antes. Incluso La Caixa, que fue quien lo nombró y que hasta ahora lo había respaldado abiertamente, le ha aconsejado que se ponga las pilas sin demora y, si hace falta, suelte lastre para compensar con desinversiones el notable empeoramiento de los márgenes operativos de la compañía.

Esta desafección ha debido de resultar especialmente dolorosa para Brufau, aunque ya había sido advertido de las intenciones de la entidad financiera por su presidente, con quien tuvo un cara a cara pocos días antes del consejo de administración del miércoles. ISIDRE FAINÉ, que hasta entonces había mantenido una postura calculadamente ambigua sobre el dividendo correspondiente a 2009, le apremió para que buscara la forma de satisfacer a Del Rivero y a la propia Caixa, que a fin de cuentas controla un 14% de Repsol a través de su holding Criteria.

Entre repetir el dividendo de 2008 (1,05 euros por título en total), de acuerdo con los deseos de Sacyr, y reducirlo alrededor del 20%, como pretende Brufau, hay una diferencia para los dos principales socios de unos 80 millones.

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