Posibilidad de un nido

El feminicidio de "lo quiero, lo tengo"

El feminicidio de "lo quiero, lo tengo"
Agentes de la Guardia Civil trasladan a David S.O., de 30 años, detenido en relación con la desaparición, en noviembre de 2019, de la joven de 21 años Wafaa Sebbahe.- EFE

El Tuvi acosaba a Wafaa Sebbah desde hacía tiempo. Sus amistades lo sabían. La acosaba por whatsapp porque quería echar un polvo con ella, y él no es hombre que acepte un no por respuesta. En la zona de Carcaixent (Valencia) El Tuvi es conocido. Se dedicaba al trapicheo de drogas y ha acabado ante los jueces por violencia machista. También lo conocen por su hermano Juan, que mató a un matrimonio en Eslovaquia. Era un matrimonio joven, él tenía 28 y ella 25. A él lo acuchilló, a ella la estranguló. La prensa eslovaca dijo que se trataba de un asunto sexual, de violencia machista. Algo así como "lo quiero, lo tengo".

El Tuvi se acercaba a los 30 cuando decidió actuar. Era el 17 de noviembre de 2019, hace dos años. Wafaa llevaba tiempo rechazándole, pero se puso en marcha el mecanismo macho del "lo quiero, lo tengo". ¿Tuvo ella miedo en algún momento ante la insistencia del que sería su asesino? ¿Le dio un vuelco el corazón cuando volvió a ver, por enésima vez, el mensaje del tipo en su teléfono? El malnacido nos hurtó ese relato, el de la chica aún menor de edad acosada por uno de los hombres adultos y peligrosos de la zona. Por un desgraciado que ya había violentado a otras mujeres. Esas cosas en los pueblos se saben. Pasan siempre. Pasan en todos los pueblos. Y dan miedo.

La chica desapareció al anochecer, entre las 6 y las 8 de la tarde, a los 17 años. A esa hora, a mediados de noviembre, ya está oscuro y hace frío. Siempre pienso en el frío que pasan las víctimas antes de morir, en la luz y la oscuridad. Wafaa iba a casa de una amiga y no llegó. Hasta casi dos semanas después su madre no denunció la desaparición. También pienso en el tiempo que pasa desde que desaparecen hasta que alguien, normalmente un familiar, se acerca hasta la comisaría. ¿Qué dicen? ¿Cuánto tiemblan? ¿Cuánto tiempo llevan temblando, sin dormir, estrujando la almohada entre lágrimas con los dientes apretados?

Ayer, 17 de junio de 2021, la Guardia Civil llevó a El Tuvi hasta la finca de su abuelo materno, donde reside su madre. Llevaban horas rastreando el terreno por ver si encontraban tierra removida, algún indicio que les mostrara el camino hasta el cadáver de la menor. El asesino iba con ellos. Había pasado exactamente un año y 7 meses desde que la mató y la echó a un pozo. Pero cuando la Guardia Civil lo lleva a la finca, cuando remueven la tierra, aún no saben lo del pozo. Seguramente tienen la certeza de que están con el asesino. Sin embargo, si no aparece el cadáver todo se dilatará, el dolor y la desesperación de quienes la querían penetrarán sus vidas hasta ir pudriéndolas. No sería la primera vez. El asesino que esconde el cadáver y calla para siempre mata y mata y vuelve a matar aunque no mate.


El Tuvi se encontraba delante de su madre cuando ha dicho a los agentes de la Guardia Civil: "No es ahí donde estáis buscando, yo os puedo llevar al sitio".

El sitio es un pozo de riego de 20 metros y lleno de agua situado en una finca aledaña que también fue propiedad de su familia materna. Cuando los buzos del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas han bajado, los actuales propietarios estaban allí. Han bajado y han encontrado los restos de Wafaa. Iba vestida.

La joven aún no era mayor de edad cuando un energúmeno violento decidió que la quería y la tendría. En la zona de Carcaixent lo conocen. Siempre queda la duda sobre si alguien sabía algo, sospechaba algo, y ha callado durante estos 19 meses. Los hombres como El Tuvi, mastuerzos que ya han hecho daño a varias mujeres, que se mueven en los límites de la legalidad, dan miedo, siembran el miedo y eso les hincha la idea del "lo quiero, lo tengo". Pero lo que quieren no es, pongamos un coche o un piso, sino el cuerpo de una mujer. Aunque para tenerlo tengan que matarla.

Pero eso alguien ya podría habérselo imaginado, ¿no? A esos tipos se les conoce bien. Y este, David S. O., El Tuvi, ha pasado exactamente 19 meses amparado por el silencio. Ese silencio que ni el acoso denuncia. Al menos el acoso.

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