Crónicas insumisas

Podemos y Cataluña

Pere Ortega, Centre Delàs d'Estudis per la Pau

La irrupción del partido político Podemos en las elecciones al Parlamento Europeo de 2014 en Cataluña se tradujo en 117.000 votos para esta candidatura. Este hecho y su posterior asentamiento en tierras catalanas dónde las encuestas le dan una importante presencia en las próximas elecciones autonómicas y estatales, ha provocado un aluvión de opiniones descalificatorias por parte de líderes de partidos políticos catalanistas, así como artículos de opinión surgidos desde las filas soberanistas en que se denigra a esta nueva formación.

El argumento principal que se esgrime es que Podemos viene a entorpecer el proceso hacia la autodeterminación que se vive en Cataluña y que enfrenta a los partidarios del soberanismo catalanista con el Gobierno del Estado. Debido a que Podemos y sus portavoces, pese a que han dicho siempre que respetan el derecho a decidir de los catalanes, han añadido, que ese derecho también debe extenderse a otras cuestiones igual de importantes, como son reformar la Constitución y poder abordar el federalismo o confederalismo; auditar la deuda pública para saber si hay una parte de ilegitima; crear una renta mínima universal; salir de la OTAN, entre otras cuestiones.

Es decir, Podemos en Cataluña no presenta como eje principal de su política la autodeterminación y en cambio pone más énfasis en otras cuestiones políticas y sociales, y eso no es bien recibido por los partidos del soberanismo político que habían puesto toda su energía en caminar hacia una consulta como antesala de la independencia. Podemos, sin pretenderlo, con su aparición viene a romper la dinámica establecida por el derecho a decidir entre los partidarios y contrarios a la independencia. Abanderando un cambio social, en parte abandonado por la izquierda por culpa de la dinámica soberanista.

Llegados a este punto, hay que ver la viga que muchos tienen en el ojo propio mientras se dedican a señalar la paja del ojo ajeno. El éxito electoral que las encuestas dan a Podemos en Cataluña, tal vez es debido a que una parte de la población catalana está decepcionada de tres años consecutivos de una política que está dividiendo y enfrentando a la población por problemas que no responden a las auténticas necesidades de una parte importante de la sociedad catalana. Hace tiempo que en Cataluña las Instituciones, empezando por la Generalitat y el Parlament, están paralizadas, donde no se legisla ni ejecutan políticas de bienestar, ya que el ejecutivo y el legislativo sólo están preocupados por una sola cuestión el "proceso", o mejor dicho, el "conflicto", que nadie sabe cómo resolver y que se alarga indefinidamente mientras la gente sufre otro tipo de problemas, que para algunos, quizás para muchos, son más graves. Los derivados de la falta de trabajo, vivienda, coberturas mínimas sociales que impiden que mucha gente no llegue a fin de mes pues no tiene recursos suficientes y tiene que recurrir a la caridad de organismos sociales.

También aquella ciudadanía que simplemente vive como un escarnio los continuos escándalos de corrupción de los grandes partidos que gobiernan Cataluña y España. O aquellos que contemplan indignados como se recortan o privatizan servicios ligados a la sanidad y educación pública. Hay que recordar que en la sanidad pública catalana abundan los escándalos de corrupción tanto en la sanidad, como en la obra pública. U otras cuestiones como derivadas del trato de favor a las grandes transnacionales que operan en Catalunya. O la clamorosa manipulación y hundimiento de las cajas de ahorro en favor de proyectos partidistas mientras se permitía que sus directivos cobraran millonarios sueldos. Mientras todo eso ocurre, los políticos partidarios del soberanismo en lugar de atajar tamaño ultraje a los bienes comunes se dedican a desojar la margarita de la independencia.

Crítica y desconfianza hacia Podemos, por que se presenta como un partido antisistema político. El actual que rige en España y que hace tambalear el statu quo que ha gobernado el estado y Cataluña; también por que se definen como antisistema económico imperante, el de la especulación capitalista sin control que nos ha llevado al desastre actual. No olvidemos que las grandes instituciones europeas nos avisan en contra de esas fuerzas políticas que quieren cambiar las cosas para que todo vaya a peor; ahí está la demonización de Syriza ante su posible triunfo en Grecia. Un Podemos que se presenta como enemigo del bipartidismo surgido del pacto de la transición de 1978; partidario de la reforma de la Constitución; de la Ley electoral y de la Ley de Partidos que beneficia también a los grandes partidos catalanes.

Los partidos tradicionales catalanes asentados en el poder ven con desconfianza a Podemos por que lo consideran un caballo de Troya que viene para restar votos al soberanismo catalán. No es cierto que Podemos sea enemigo del catalanismo político. Lo que ocurre es que su aparición confluye con la situación de parálisis que vive el país y de las pésimas políticas que tanto desde los gobiernos de España como de la Generalitat han llevado al nacimiento de nuevas formaciones y plataformas como las Candidatures d’Unitat Popular, Guanyem Barcelona, Procés Constituent, y ahora Podemos, que junto a las desorientadas ICV y EUA (en la cuestión soberanista), cuestionan el establishment de la política del país, y aparecen con espíritu de regeneración de la política para Cataluña y España.

Podemos es una esperanza, esperemos que su insumisión a las políticas neoliberales se mantenga y hagan posible la creación de un polo político junto a otras fuerzas para cambiar las políticas neoliberales, renegocien la deuda pública renunciando a la parte ilegítima, creen una banca pública, disminuyan el enorme gasto militar, suspendan los millonarios proyectos armamentistas, nos saquen de la OTAN (un organismo militar inútil), refunden la Unión Europea bajo parámetros democráticos y sociales. En fin, transformar el estado de las cosas.

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