Crónicas insumisas

¿Qué hacer en Siria?

Pere Ortega, Centre Delàs d'Estudis per la Pau

Siria pronto hará seis años que sufre una guerra civil devastadora. Un país situado en una región, Oriente Medio, lleno de conflictos, donde todos los países de la zona se sitúan a favor o en contra de alguna de las partes y donde las potencias mundiales juegan sus intereses particulares por cuestiones de geopolítica, ya sea regional o mundial, geopolítica que tratándose de Oriente Medio está relacionada con la cuestión de los hidrocarburos. Unos, a favor de los rebeldes, facilitando apoyo político, ayuda económica, apoyo militar y armas como Arabia Saudí, Qatar, Emiratos Árabes Jordania, Turquía, la comunidad suní de Irak, Israel, Reino Unido, Francia y EEUU. Por el lado contrario, a favor del gobierno de Al Asad, Irán, la milicia libanesa de Hezbollah y Rusia. Y neutral, pero muy preocupado con el desenlace final, Líbano, país que se puede ver contaminado y caer en la espiral de la guerra de Siria.

A lo largo de estos años de guerra civil en Siria se han producido más de 300.000 muertos; un millón de heridos; 7,5 millones de desplazados internos; 4 millones de refugiados al exterior; miles de encarcelados y desaparecidos; 12 millones de personas adultas entre los que se encuentran 5,5 millones de niños que necesitan ayuda humanitaria; 4,8 millones en zonas de difícil acceso donde escasea el agua y los alimentos. Además, la escolarización se ha reducido un 50%; la esperanza de vida ha disminuido en 13 años; la economía se ha reducido en un 40%. Es estadística, pero detrás de cada cifra hay personas que sufren en una tragedia que tendría que golpear nuestras conciencias.

Las dificultades para resolver el conflicto es multiplican cuando los múltiples grupos rebeldes existentes no están unidos en un único frente, puesto que, además de sirios, participan milicias y yihadistas provenientes de otros muchos países. El ISIS, sin duda el grupo más sanguinario, el objetivo del cual es la creación de un califato regido por la sharia repartido entre Siria e Iraq, está formado por unos 50.000 miembros muchos de ellos provenientes del exterior, entre los que se encuentran 5.000 europeos. Otros 5.000 europeos más luchan junto a otros grupos rebeldes. Los kurdos que reclaman la creación de un estado propio también cuentan con 5.000 extranjeros entre sus filas, que tienen a la vez el apoyo de los Estados Unidos, pero en cambio son combatidos por Turquía que es aliado de EEUU. Por otro lado, hay unos 30.000 milicianos iraníes y de Hezbollah que luchan junto al gobierno de Al Assad.

Todos estos hechos complican enormemente una resolución del conflicto. Pero no por eso debemos quedarnos indiferentes ante tanto sufrimiento y no pedir que se pare la guerra. Así hay que pedir a la Comunidad Internacional se implique para parar esta barbarie.

Los pasos imprescindibles a seguir tendrían que ser:
• Afianzar el precario alto el fuego actual hasta conseguir que sea efectivo, duradero y se paren los ataques y bombardeos
• Que Naciones Unidas multiplique su esfuerzo en la Conferencia de Paz con todas las partes implicadas, con el objetivo de parar la guerra; que a la vez sirva para abrir el camino de unas negociaciones para resolver el conflicto
• La implicación e intervención de Naciones Unidas para aislar y neutralizar los grupos yihadistas, en especial el ISIS y Al Nusra (filial de Al Qaeda)
• Que se pare la ayuda militar y la venta de armas a todas las partes en conflicto

• Que se abran corredores que permitan entrar ayuda humanitaria urgente tanto a la población siria como todos los desplazados y refugiados
• Que Europa rectifique y dé asilo a todos los refugiados provenientes de la guerra de Siria que lo pidan, pero también a los de Afganistán, Iraq, Yemen, Somalia...

Pero por supuesto hay más cosas que arreglar en Oriente Medio para acabar con los conflictos de la región y que llegan a Europa.

Sin duda el principal ha sido la guerra llevada a cabo en esta región, en Afganistán e Irak, que han generado mucho sufrimiento y mucho odio contra los atacantes y después ocupantes.

También acabar con el apoyo que Occidente ha dado a unos regímenes autoritarios que han gobernado vulnerando los derechos de sus poblaciones y que cuándo éstas se han levantado pidiendo libertad y democracia tampoco se ha hecho nada para ayudarlas.

Respecto del denominado yihadismo internacional y los ataques que por todas partes se producen, hay que buscar las causas que desatan este odio. A pesar de no ser una cuestión fácil, para reducir los agravios que los empuja a atacarnos, hay que desactivar las causas que los mueven, las principales son:
• en Irak y Afganistán, acabar con la ocupación militar y facilitar una transición donde la población escoja su futuro, incluida la posibilidad de la ruptura de sus estados
• acabar con la ocupación colonial y de apartheid en Palestina por parte de Israel que tiene en EEUU y los países europeos sus principales aliados. Un hecho que todo el mundo árabe musulmán vive como un agravio
• acabar con los barrios gueto en Europa, dedicando un mayor esfuerzo en la educación e integración de árabes y musulmanes en los países de acogida

Hay que hacer las paces con todo el mundo generando una oleada expansiva de empatía entre pueblos, culturas y religiones. Si no se hace, continuaremos teniendo más guerras y más ataques en Europa.

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