Culturas

Cómo ganar las elecciones

¿SOY YO O ES LA GENTE? // ANTONIO OREJUDO, escritor

Dentro de poco los candidatos se harán las fotos, las imprentas empezarán a tirar carteles y en las vallas publicitarias irá apareciendo el rostro de cada líder con las siglas de su partido al fondo. En el PSOE creen que la cara de Zapatero no es el mejor reclamo para vender la mercancía en Cataluña, y recurrirán a Felipe González para que tire del partido.

Eduardo Zaplana, El Fibra
¿No se da cuenta José Blanco de que hoy por hoy el mejor activo del Partido Socialista dentro y fuera de Cataluña no es Felipe González ni Rodríguez Zapatero, sino Eduardo Zaplana? Cada aparición suya en la tele es un nuevo voto al PSOE; debe de haber estadísticas o ensayos de laboratorio. Tú enseñas una foto de Zaplana a unos abstencionistas, y en seguida se te ponen en pie como zombis en busca de un colegio electoral. Es un reflejo del intestino. Zaplana en la tele es como desayunar con fibra: lo ves y te entran ganas de votar. Votar para sacarlo del Parlamento, para evitar que sus infamantes intervenciones públicas y sus actitudes políticas de chuleta en Benidorm desprestigien aún más el noble oficio de la política.

Mi tracto intestinal ante una imagen de Zaplana
Yo es estar tirado en el sofá, verlo y saltar como un resorte. Ni en los tiempos del Mentirosillo me pasaba. Lo vi el otro día reírse cuando comentaba la sentencia del 11-M. Esa sonrisita genética y desalmada que llevan dentro. La vi, y si hubiera tenido una urna a mi lado, allí mismo hubiera echado mi papeleta con la lista abierta, cerrada o mediopensionista del PSOE. En una emergencia no hay melindres que valgan. Si hay que votar a Zapatero, se vota a Zapatero. Incluso a Bono si fuera preciso (me refiero al cantante,  que es mucho más indigesto). Lo que sea, con tal de no volver a ver esa estructura ósea de mangante venido a más, ese moreno de piscina municipal en tanga y ese aire general de yo he venido a la política para forrarme. Sacar a este pájaro de la vida pública es un deber cívico. No es difícil; bastaría un solo diputado menos, para que su propio equipo lo sustituyera. Y con él en el banquillo, el partido mejoraría. Y el mundo también.

Mi consejo de hoy
Si yo fuera responsable de la campaña del PSOE, tiraría carteles con el duro rostro de Zaplana en primer plano. Así, sin Photoshop. Y debajo un lema clásico: VOTA PSOE. Sería más efectivo que un anuncio de Benetton. Un éxito seguro. Por la cara. Que, en el caso de Zaplana, es el espejo del alma.

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