Culturas

EEUU, España y los guionistas

 DE AQUÍ PARA ALLÁ// MARTÍN CASARIEGO 

Jay Leno, presentador de un programa satírico nocturno de la NBC, declaró, en el primer día de huelga de los guionistas estadounidenses: "Sin ellos estoy muerto, no soy gracioso".

El sentido del humor
Dejando aparte que debe de ser un tipo modesto, pues, bien mirado, esa declaración es bastante graciosa, Leno apunta hacia donde a menudo no se mira: la importancia del guión. Algunos lo minusvaloran, como Godard: "Si la gente ríe o llora cuando lo lee, lo único que se puede hacer es imprimirlo y venderlo en librerías". Otros, más sensatos, como Clint Eastwood, lo consideran esencial, y a lo mejor por eso acaban teniendo una trayectoria más sólida. Agustín Díaz-Yanes, presidente de ALMA (la asociación de guionistas españoles más importante), explica que por un guión se cobra la misma miseria que hace quince años. Aunque los productores suelen reconocer su importancia, lo pagan mal. ¿Por qué? Azcona cuenta que, cuando se lo pregunta, no contestan, simplemente se ríen. Y es que el sentido del humor no es patrimonio de Leno o de los guionistas: los productores también lo tienen.

Los malos de la película
En España, donde todo lo relacionado con el cine es raquítico si se compara con Hollywood, los guionistas no sólo cobran mucho menos que allí (lo que es normal), sino que tienen menos derechos reconocidos. Los estadounidenses nos llevan quince o veinte años de ventaja. Sin embargo, aquí no habrá ninguna huelga: falta organización, y también, seguramente, autoestima. Así que los malos de la película no son sólo los productores: los propios guionistas tenemos parte de la culpa, quizá la mayor. Por cierto, el Gobierno, al elaborar la nueva Ley del Cine, llamó a diferentes sectores de la industria audiovisual, pero se olvidó de los guionistas. Todo el mundo se olvida de los guionistas. Hay un viejo chiste que dice que una actriz era tan tonta, tan tonta, tan tonta, que para conseguir un papel se acostó con un guionista.

Sorpresas da la vida
Aquí somos muy reivindicativos y solidarios. Y de pronto, mientras estamos hablando, criticando el imperio y su cine y sus abusos, 12.000 guionistas sindicados se ponen en huelga en EE.UU. Quieren -con justicia- participar en los ingresos proporcionados por las nuevas tecnologías: internet, móviles... Organizan piquetes y amenazan con parar su potentísima industria audiovisual. Y nosotros seguiremos criticándoles, pero ahora mirándoles con sorpresa y un punto de indignación. ¡Pero cómo se atreven, los de izquierdas somos nosotros!

Más Noticias