Culturas

Retorno a 'Omega'

CON CEDILLA// SEBASTIÀ ALZAMORA

Los del festival Primavera Sound se han apuntado un tanto realmente tremendo al incluir, en la programación de este año, a Enrique Morente interpretando nada menos que su mítico disco Omega, junto con los granadinos Lagartija Nick y (espero) su hija Estrella Morente. Al cantaor no hace falta elogiarlo porque su nombre ya es un elogio por si mismo: la discografía de Enrique Morente reúne unas cuantas obras maestras de difícil discusión, y quien haya asistido a alguno de sus conciertos seguro que no podrá olvidar la experiencia mesmerizante que supone escuchar en directo su voz enorme. Pero, dentro de todo esto, Omega sigue suponiendo un punto y aparte: el disco se publicó en 1996, y desde entonces muchos no hemos podido cerrar la boca de admiración.

Pobres puristas

Y es que el proyecto de un disco de flamenco que incorporase a un grupo de rock (y no de rock mainstream, precisamente) como un instrumento más, y que tomara como puntos de partida a Leonard Cohen y al García Lorca de Poeta en Nueva Cork podía desembocar perfectamente en un despropósito sin pies ni cabeza, en manos de según quién. En las de Morente, el proyecto se resolvió en un conjunto perfectamente coherente de canciones que, por otra parte, hacían trizas todo tipo de prejuicios y convencionalismos, ya provinieran del mundo del flamenco, del rock o de la literatura. Puristas de diversos pelajes se echaron las manos a la cabeza, mientras otros asistíamos deslumbrados a un ejercicio de libertad y poderío creativos que abría caminos hasta entonces insospechados. Pero por encima de todo estaban esas canciones magníficas, que al escucharlas se encienden y ya no se apagan nunca más. Para quien conoce Omega, resulta imposible leer algunos poemas de Lorca (como Aurora de Nueva York, El pastor bobo o Norma y paraíso de los negros) sin que acuda la voz de Morente a su cabeza y a su corazón. Por no mencionar las canciones de Leonard Cohen: la sobrecogedora versión de First we take Maniatan que construyeron Morente padre e hija con los Lagartija Nick es toda una lección de respeto, talento y capacidad de diálogo musical.

A no perdérselo
Omega abrió de un golpe la puerta del flamenco más inquieto y abierto, el mismo en que ha continuado perseverando Morente o que después ha practicado con brillantez Miguel Poveda, por ejemplo. En fin, podríamos seguir cantando alabanzas hasta llenar el periódico entero, pero, para resumir, emplacémonos al próximo 31 de mayo para el que sin duda va a ser el concierto del año. Y corran a conseguir entradas, que sin duda van a volar. Yo ya tengo las mías, claro.

Más Noticias