Posos de anarquía

¿Avance o rodeo democrático en Marruecos?

Mañana se celebran las elecciones parlamentarias en Marruecos. Esas que tanto han aplaudido los socios europeos de Mohamed VI, con España a la cabeza. Sin embargo, ¿qué representatividad real saldrá de estas elecciones? Para empezar, sólo hay inscritos en las listas electorales 13,6 millones de ciudadanos, de los más de 20 millones de mayores de 18 años. Sin estar inscrito es imposible votar. Si nos remontamos a las elecciones de 2007, descubrimos que hay un millón de votantes menos apuntados.

En las elecciones de hace cuatro años, la abstención alcanzó el 63%. Impresionante. Este año, con un millón menos de votantes inscritos todo hace pensar que nos moveremos, si cabe, en cifras mayores. Sobre todo si consideramos que, a diferencia que en 2007, este año surge con fuerza el Movimiento 20 de Febrero que reclama el boicot y la abstención masiva por considerar que no existe una verdadera democracia. Un actitud perseguida por las autoridades marroquíes, según denuncia Human Rights Watch, que asegura que los activistas del 20F están siendo acosados por la policía.

¿Qué se encontrará el votante cuando llegue a las urnas? Nada menos que 1.521 listas electorales y 7.102 candidatos -a pesar de que sólo existen 31 partidos políticos-. Así las cosas y considerando que, según las propias cifras que maneja el Ministerio de Educación Nacional marroquí, la tasa de analfabetismo se mueve en el 30%, ustedes me dirán. Por cierto, según el diario Le Matin, casi un 3% de los candidatos son analfabetos y el 12,14% sólo ha estudiado Primaria.

Por eso mismo, no sorprende que los pronósticos, que son más bien adivinanzas porque en Marruecos los sondeos políticos están prohibidos, perfilan un reparto de los 395 escaños entre los políticos de siempre, agrupados en los islamistas Partido Justicia y Desarrollo -posiblemente los vencedores-, Coalición por la Democracia (conocido por G8 porque agrupa a 8 formaciones) y el Istiqlal.

En definitiva, un Gobierno a la medida de Mohamed VI, con un gobierno que asumirá poderes del rey pero cuyo líder es elegido por éste del partido ganador -y no tiene por qué ser su líder-. Con este panorama, ¿se trata de un avance o más bien de un rodeo democrático?

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