Posos de anarquía

Millán Astray, el intelectual

El polémico Diccionario Biográfico Histórico Español ha vuelto a saltar a la prensa; esta vez, con el perfil biográfico del sanguinario Millán Astray, del que destaca su humanidad así como su "incansable actividad profesional e intelectual". No deja de ser curioso que se califique de intelectual al mismo personaje que en su famosa discusión con Unamuno gritó sin complejos "¡Muera la inteligencia!". Dicho de otro modo, por si no hubieran sido suficientes biografías previas como la del dictador Franco, con la de Millán Astray el Diccionario queda situado a la perfección en el escalafón que le corresponde de la intelectualidad.

Aquel enfrentamiento entre el militar y Unamuno dejó perlas que uno no puede evitar ver reflejadas en la actualidad: Millán Astray haciendo llamamientos patriotas a una España grande y libre, al tiempo que tachaba a vascos y catalanes de "antiEspaña", de auténticos cánceres en el cuerpo de la nación. ¿Les suena? ¿Han escuchado algo de "absurdas provocaciones" en boca de un señor de la guerra hecho ministro? ¿Algún publirreportaje real aludiendo a "instransigencias políticas"? Diría que estamos a un paso de escuchar replicadas las palabras de Millán Astray aquel día: "El fascismo, que es el sanador de España, sabrá cómo exterminarlas, cortando en la carne viva, como un decidido cirujano libre de falsos sentimentalismos". Cambien "fascismo" por "neoliberalismo", aunque a ellos les suena mejor, sencillamente, "liberalismo".

Atendiendo a la concepción que el Diccionario Biográfico Histórico Español tiene por "intelectual" debemos admitir que España está repleta de ellos. Rebosa, de hecho, se nos caen por los bordes del mapa hasta el punto de que, quizás en un intento por seguir alardeando de la buena salud de nuestras exportaciones, nos dedicamos a colocar fantoches en el mercado exterior como, por ejemplo, consejeros para Europa y Latinoamerica.

Sí señor, nuestro plantel de intelectuales de esa calaña está en punta de lanza internacional. No hay más que ver a alguno de nuestros ministros, que llama al turismo nacional porque en otros países hace mucho calor y te pican los mosquitos, o a alguna diputada animando a los parados al onanismo cuando les reducen la prestación por desempleo.

Ay, cómo me duele España. Contestaba entonces Unamuno al militar "Venceréis, porque tenéis sobrada fuerza bruta. Pero no convenceréis". Mirando cada día las calles repletas de mareas blancas o verdes, las huelgas sucesivas en los diferentes sectores, parece seguro que tampoco convencen ahora. Es tiempo de que tampoco venzan.

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