Posos de anarquía

Sé infiel, pero mira con quién

Arturo Fernández, actual presidente de la Confederación Empresarial de Madrid (CEIM) se ha dado hoy un baño de multitudes en Madrid. El motivo era el anuncio de su candidatura a la presidencia de CEIM en las elecciones del próximo 24 de marzo. El acto ha tenido lugar en el hotel Ritz y no sólo ha reunido a un buen puñado de dirigentes del PP, con Esperanza Aguirre a la cabeza (a fin de cuentas, siempre fue su principal palmero), sino que, y esto me duele especialmente, también han acudido los líderes regionales de UGT y CCOO.

Uno ya anda curado de espantos con estos dos sindicatos y hay pocas cosas que a uno le sorprendan, pero no por ello dejan de escocer. Y ver que quienes tienen el deber de defender a los trabajadores acuden a adorar a un personaje como Fernández, que tanto daño ha hecho a la clase trabajadora, pues no es grato, ciertamente. En esencia, es un acto de traición a la clase trabajadora, un gesto más de estos dos sindicatos de cómo llevan a la práctica aquello de "sé infiel, pero mira con quién". Y Arturo Fernández debe interesar.

Arturo Fernández es un tipo que no dudó en afirmar que la detención del que fuera presidente de la CEOE, Gerardo Díaz-Ferrán, no dañaba la imagen de la patronal. Y no es sólo porque el delincuente fuera su cuñado, es que de veras se lo cree. Por eso mismo, cuando a él mismo le pillaron pagando en negro a sus empleados consideró que "como no he matado a Kennedy ni he hecho nada deshonroso sigo en mi puesto". Y siguió, aún cuando tuvo que pagar a la Seguridad Social 700.000 euros de multa.

¿Qué se puede esperar de un tipo imputado por el caso Bankia que sigue pavoneándose como si nada? Fernández representaba a la patronal madrileña en el Consejo de Caja Madrid, el mismo sobre el que descansa el delito y la responsabilidad de haber falseado las cuentas... porque cuando uno forma parte de un Consejo, no lo está sólo para poner el cazo, también para asumir responsabilidades... al menos en otros países porque en esta España nuestra, la vileza cotiza al alza.

Imagino que de esas y otras andanzas parecidas, los sindicatos y Fernández fraguan un compadreo que les hace caminar de la mano y, en última instancia, mearse encima de los intereses de los trabajadores. ¿Cómo se explica si no que hoy estuvieran los sindicalistas aplaudiendo al candidato cuando no hace ni tres meses que el tipo se largó de IFEMA -le quitaron la concesión del catering- dejando a deber a sus 119 empleados la nómina de diciembre, la liquidación y una paga de incentivos, obligándoles a ir a huelga para poder cobrarlo al fin?

Pues así se explica, con el compadreo, con las intrigas mafiosas y quién sabe qué más, que se traen todos estos personajes entre manos. Así es posible realizar operaciones como las llevadas a cabo en IFEMA, cuyo comité de dirección ya consigue que a uno le tiemblen las canillas. A finales de 2012 Fernández debía 1,27 millones de euros a IFEMA, pero oye, como somos amiguetes, me vas haciendo pagarés con vencimiento en 2015. Total, adeudar no le debe asustar al presidente de la patronal, que al Palacio de Congresos de Madrid también le debía por aquel entonces 2,7 millones de euros.

¿Y por qué son amiguetes? Bueno, porque los accionistas de IFEMA no son otros que el Ayuntamiento de Madrid, la Comunidad de Madrid, Caja Madrid y la Cámara de Comercio. Todo queda en familia: además de palmero de Aguirre, Fernández supo poner de segunda de a bordo de CEIM a la mujer de Ignacio González, el actual presidente de la Comunidad. Y respecto a Caja Madrid... bueno, la amistad complicidad no es necesario explicarla... Bien, pues depués de dejar la pella millonaria en IFEMA ahora se rumorea que Fernández podría poner encima de la mesa de la Cámara de Comercio entre 65 y 100 millones de euros para hacerse con el control de la entidad.

Así de sencillo, con la misma desfachatez con que hoy él ha comparecido en el Ritz o y la que han destilado los sindicalistas (junto al presidente del Congreso, la delegada de Gobierno de Madrid, alcaldes varios de la Comunidad...). ¿Y saben qué es lo peor? Que el próximo 24 de marzo, quizás, revalide su presidencia y de hacerlo, el empresariado madrileño habrá legitimado los tejemanejes de este individuo, como hoy lo han hecho todos los que le han arropado en el acto.

¿Qué se puede esperar de una organización que en 36 años jamás ha tenido dos candidatos a su presidencia? ¿Será porque el compadreo tiene largos brazos y al final todos se lo llevan crudo? ¿Qué se puede esperar? Pues que nos sorprendan.

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