Posos de anarquía

Doña "jerre que jerre" y las bragas en la mano

"Las cosas hay que decirlas por su nombre. ¿Desafortunado por qué, si ustedes mismos nos piden claridad?". Este es el modo de disculparse de Teresa Porras, la concejala de Servicios Operativos, Régimen Interior, Playas y Fiestas del Ayuntamiento de Málaga (PP) que se lució hace unos días al decir que "el año pasado las niñas iban [en la Feria de Málaga] con las bragas en la mano para que se le secaran".

En algo tiene razón Porras: ha tenido claridad, pero a la hora de mostrar su ineptitud. Del mismo modo que su jefe, el alcalde Francisco de la Torre, también ha dejado clara su calidad moral al disculparla y sugerir que la culpa es del resto (medios, oposición y ciudadanía en general) que son quienes aprovechar una expresión para atacarla. Sin tan cómodo está con una de sus concejalas preferidas -más de una década en la Casona del Parque-, ¿por qué ayer evitó comparecer en una rueda de prensa que estaba agendada para ambos?

Porras presume de claridad, la misma que ha tenido durante su carrera: dejó claro cómo entiende ella el poder cuando medió para que la grúa no se llevara el coche de un empresario amigo. Dejó muy claro cómo entiende su trabajo en el Ayuntamiento cuando los propios operarios de la grúa han denunciado tener calles vetadas en las que retirar vehículos mal aparcados. ¿Quiénes vivirán en esas calles? Quizás esa claridad de la que alardea Porras resuelva esta duda.

Dejó claro la concejala cómo entiende la libertad de prensa cuando demandó a La Opinión de Málaga porque este periódico informó de decenas de contratos de obra menor a través de procedimientos supuestamente irregulares. Una demanda que, lógicamente, fue archivada.

Porras, esa concejala a la que tanto le gusta la claridad... pero a su manera: que adjudica concursos escudándose en que desde 2009 las empresas que concurren firman una declaración de que no tienen nada que ver con el resto de las ofertas presentadas, se le presentan varias que pertenecen al mismo dueño o a la misma familia y ella lo justifica porque "el Ayuntamiento sabe ni puede saber si hay vínculo alguno efectivo entre ellas". ¡Ay, esa claridad!

Teresa Porras, esa edil que destila elegancia y sutileza por los cuatro costados, como en aquella ocasión en la que en Pleno municipal le espetó a un concejal de IU "su mierda no se la voy a recoger". Doña "jerre que jerre" -en lugar de "erre que erre", que no le gusta a ella esa expresión- es la que en 2009, tambié en Pleno, hablaba de "lo que sí es una cutrería, es un cutrerío lo que tenemos en la playa de La Malagueta, Caleta y Guadalmar, eso sí que es cutre", refiriéndose a los chiringuitos y, para arreglarlo, ocultaba en 2013 un informe contrario de Arquitectura a su nuevo proyecto de chiringuitos que, una vez ya construidos, hubieron de ser modificados eliminando torreones y prohibiendo el uso de sus azoteas.

Porras, considera que en todas las ferias de Europa las chicas van con las bragas en las manos como sucede en Málaga. Para tal afirmación, la edil se apoya en, como se percibe de estas líneas, su vasta cultura, sin duda. Esa cultura que, según cuentan las malas lenguas, que diría De la Torre, le llevó a Porras a cambiar la portada ferial motivos picassianos que diseñó y regaló al Ayuntamiento el artista Eugenio Chicano por una inmensa pared llena de geranios. Y se quedó tan ancha, la señora.

Pues bien, por seguir con esa claridad, señora Porras, admitamos que con declaraciones como las que usted realizó usted hace unos días no contribuye en modo alguno a la Igualdad ni a acabar con esa miserable cultura machista que todavía nos inunda. No hay que generalizar, sino hablar de casos concretos y, dado que es parte de su responsabilidad, resolverlos del modo más conveniente.

Admitamos que no ha estado a la altura, que generalizar como hace doña jerre que jerre es como si alguien, apoyándose en la trayectoria de ésta, dijera que todos los políticos confunden la claridad que con la zafiedad, hablar en plata con la grosería y el ir de frente con la desfachatez supina. Tremendo.

 

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