Posos de anarquía

El ajedrez de los pactos: las fichas somos nosotros

Pedro Sánchez y Pablo Iglesias por fin hablan. Lamentable que esto sea noticia, especialmente cuando de conformarse un Gobierno, por efímero que éste sea en una legistura que será instrumentalizada como precampaña electoral, vendrá por ese camino. Incomprensiblemente, el PSOE había decidido paralizar cualquier negociación hasta que Mariano Rajoy moviera ficha, entendiendo por ello que o renuncie definitivamente al debate de investidura o se exponga a él para ser humillado por el resto del Congreso, con la excepción quizás de Ciudadanos, que cual buena veleta se moverá según le alcance el remolino.

Por muchas ansias que tenga el PSOE del linchamiento a Rajoy, no deja de sorprender que los socialistas no vayan avanzando en la formación de Gobierno para, en cuanto se le dé vía libre, tener todo listo. Este juego de estrategia, esta suerte de ajedrez con quien realmente juega es con la ciudadanía, porque mientras ningún político descuelga el teléfono, millones de españoles siguen padeciendo pobreza energética, desahucios, ley mordaza, despidos arbitrarios al calor de una deleznable reforma laboral... Es decir, siguen padeciendo todo lo que un nuevo Gobierno podría parar.

Dicho de otro modo, que a partir de cierto punto en el tiempo, esa miseria ya no sólo será responsabilidad del PP, que fue el partido de Gobierno que en cuatro años creó las condiciones necesarias para que seamos el país europeo con má desigualdad de Europa, sino que ellos mismos serán cómplices. En realidad, lo que al PSOE le molestó más del órdago de Podemos el pasado viernes no fueron sólo las formas -que también-, sino que la jugada de Iglesias dejó en evidencia que los socialistas no lideran, van a remolque. Nada nuevo bajo el sol, que la propia Susana Díaz en Andalucía, tras 80 días de negociación para formar Gobierno, cuando al fín tuvo luz verde ni siquiera tenía preparados a sus consejeros. Lamentable.

Igual de penoso es el papel del rey en todo este entramado, que en lugar de designar como candidato para el debate de investidura directamente a Sánchez, visto que Rajoy no sólo no tiene los apoyos sino que, como ha declarado el resto de los partidos, ni siquiera ha descolgado el teléfono para solicitarlos, sigue apostan por el popular. Tan preparado que estaba el monarca... y ahora vemos preparado para qué.

Sigan, sigan los políticos con su particular partida de ajedrez, presumiendo de transparencia un día, como hizo Pedro Sánchez asegurando que sus reuniones para formar Gobierno se retransmitirán por streaming y, al día siguiente, su secretario de Organización, César Luena, dando rueda de prensa sin preguntas. Muy coherente todo. Mientras ellos juegan al ajedrez con nuestras fichas, quienes confiaron en ellos siguen con la bota pisándoles el cuello.

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