Posos de anarquía

#FashionVictims: la conciencia que destiñe

Anoche se emitió el reportaje Fashion Victims en el programa Salvados de la Sexta, en el que se denunciaba la explotación que realizan las grandes firmas de ropa en Asia. Se ponían al descubierto las prácticas llevadas a cabo en España por Inditex, por ese abanderado de la Marca España en el que han convertido a Amancio Ortega y que a mi, personalmente, me avergüenza.

Las reacciones en redes sociales fueron lo esperado: indignación, sorpresa por conocer datos concretos, enfado por ver cómo un empresario va de legal y ni sabe el nombre de los sindicatos en su empresa, tristeza por ver las condiciones de trabajo de las mujeres en las fábricas... ¿Y ahora qué?

Ahora, arranca la semana y todo aquello se nos habrá olvidado. La conciencia que anoche tendíamos blanca, hoy aparece desteñida... Hoy volveremos a ponernos esa camiseta que compramos en una de las empresas cuyas trabajadoras denunciaban ayer cómo se desmayaban en el taller o, incluso, nos compraremos unos pantalones sin mirar siquiera la etiqueta. Hoy bloquearemos toda la indignación que sentíamos anoche como si tuviéramos instalado en el cerebro un bloqueador de anuncios.

Se equivoca esta vez Évole, al menos en parte, cuando cree que las multinacionales siguen presionando con publicidad como escribe en El Periódico. En prensa escrita, por el estado comatoso en el que se encuentra, sí son más visibles estas presiones -yo mismo las he sufrido-, pero no tanto en televisión. En ese medio, las multinacionales son tan conscientes de lo atravesados que estamos por el capitalismo, están tan seguros de que nuestra conciencia destiñe, que ni se molestan en participar en el programa y esa misma noche se pueden llegar a anunciar después de Salvados. Y ni siquiera el más indignado se percatará de ello.

Luego, es cierto que uno lee artículos infumables como el que hoy publica Juan Manuel López-Zafra en el que defiende a las compañías textiles y, muy especialmente, a Inditex. Hay que admitir que, como buen manipulador, monta su argumentación muy hábilmente, aunque obvie el por qué de la negativa de Inditex a participar en el programa, si es cierto que genera tanto valor y salva tantas patrias...  Olvida también López-Zafra las denuncias por explotación que Inditex tuvo en Brasil o los informes de la ONG Setem que denuncia cómo Inditex paga a sus empleadas de Tánger (Marruecos) menos 180 euros al mes por 65 horas de costura.

Olvida de nuevo en su artículo manipulador que Inditex, junto a Cortefiel o El Corte Inglés, aparecía en el informe Flawed Fabrics en el que se evidenciaban las pésimas condiciones labores de sus trabajadores en sitios como Bangladesh, donde recordemos que se derrumbó el Rana Plaza con un millar de muertos. Tras esa tragedia, de las 3.500 fábricas exportadoras de Bangladesh inspeccionadas, sólo ocho superaron los controles... aunque The Guardian denunciaba recientemente cómo las medidas de seguridad no se aplican, por no decir que continúa sin pagarse un salario digno. Todo eso lo olvida López-Zafra; él y sólo él sabrá por qué.

Usted no lo olvide, como tampoco olvide el programa de ayer en el que la prueba más demoledora de que algo apesta en la industria textil es la negativa de las empresas a participar en Salvados. No deje que su conciencia destiña y, aunque sea poco a poco porque el proceso es lento y costoso, trate de blanquearla con hechos, no sólo con indignación en 140 caracteres.

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