Posos de anarquía

De protesta universitaria a teoría de la conspiración

Felipe González y Juan Luis Cebrián brindaron ayer la oportunidad de matar dos pájaros de un tiro, de despreciar a dos tipos que en un tiempo pudieron ser dignos de elogio y hoy son más una vergüenza con los que personalmente me sonrojaría, incluso, aparecer con ellos en la misma foto. Uno por su boicot continuo a su propio partido y, especialmente, por su traición al socialismo; otro, por su servilismo al capitalismo, por ningunear a los periodistas que trabajan en su propia casa, despidiendo a diestro y siniestro mientras él gana millonadas y las guarda, según informaciones contrastadas, en Panamá.

Sin embargo, no apruebo la protesta de que ayer fueron objeto en la Universidad Autónoma de Madrid, aunque los medios la hayan amplificado interesadamente. Siempre he sido más partidario de llenar la sala del ponente a despreciar y, cuando éste arranque su propaganda, que todo el auditorio en silencio le dé la espalda. Esa imagen sí que es gráfica, esa imagen sí que no coarta su liberta de expresión y le manda clara y nítidamente el mensaje "aquí no eres bienvenido".

En su lugar, los jóvenes aprovecharon por abuchear. Una pena que ningún medio de los que se hiceron eco de la noticia criminalizando la protesta ni siquiera se molestaran en hablar con alguno de los que sostenían la pancarta. No interesa. Sólo interesa presentar a un grupo de jóvenes para, de paso, elucubrar que detrás del boicot está un partido como Podemos. PSOE y PP se unieron a esta teoría. De nuevo juntos de la mano. Y los medios afines, con ellos, claro.

Curiosamente, cuando la gente se agolpaba aquel sábado negro en la sede socialista de Ferraz, el día que se defenestró a Pedro Sánchez, en lugar de militantes del PSOE -llegados incluso de Málaga-, para los 'golpistas' socialistas también eran "podemitas" -término que emplean ellos, precisamente ellos, que aún no han podido sacudirse la etiqueta de "sociatas"-. Muy triste el tema, la verdad.

El hilo argumental para indicar que Podemos estaba detrás de la protesta eran las pancartas sobre cal viva. Un razonamiento que ilustra a la perfección la demogogia, la bajeza intelectual con que algunos políticos -y sus medios afines- acostumbran a tratarnos. Siguiendo esa teoría, detrás de cualquier encapuchado que monte un boicot estará el PSOE si grita "viva la gobernalidad, viva la abstención"... o del PP si sostiene pancartas "que gobierne el partido más votado"... o  de Ciudadanos si brama "soy el mediador que vela por mis compatriotas"... Ese es el nivel.

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