Posos de anarquía

Niños y niñas en lata

Niños y niñas en lataMás de 45.000 habitantes, 10 colegios y 3 institutos. Ese es el escenario de Rincón de la Victoria, uno de los que siempre lidera la lista de municipios con mejor calidad de vida de Málaga, excepto en Educación, cuyos recursos no pueden ser más precarios. Ya no es sólo que AMPAS de algunos centros denuncien sistemáticamente tejas que se caen en los colegios, instalaciones eléctricas peligrosas o tengan hacer rifas para poder renovar los equipos informáticos de las aulas, porque la Junta de Andalucía no se preocupa de ello... no, es que en Rincón de la Victoria l@s niñ@s están enlatad@s.

Y lo están tanto en las aulas prefabricadas -que se instalan dentrás de los muros para que no sean tan visibles- como dentro de los mismos edificios. Debido a esta falta de institutos, hay centros que son una auténtica bomba de relojería: 1.500 personas y únicamente dos salidas. Imaginen el panorama si se produjera un incendio. Terrible.

En cuanto a la calidad educativa, aunque el profesorado hace cuanto puede con clases de 33 alumnos por aula, es innegable que se resiente. Tengan en cuenta que no todas las aulas tienen el tamaño necesario para albergar a esos 33 alumnos (algunas tienen sólo para 12). ¿La solución? Partir las clases, teniendo incluso que cambiar de edificio para que impartan la siguiente asignatura, así caiga el diluvio universal.

¿Se imaginan hacer un examen con la luz apagada, únicamente con la que entra por la ventana un día nublado, sencillamente, porque la clase de al lado está viendo un vídeo? Eso pasa en Rincón de la Victoria, porque hay aulas que comparten interruptor de la luz. Como lo oyen. El alumnado tiene que ir por turnos al cuarto de baño, se han tenido que impartir clases con niñ@s sentad@s en el suelo... y podría seguir con la lista de 'anécdotas', con el modo en que las mismas Administraciones Públicas están atentando contra un derecho constitucional (Art. 27), el de la Educación, que se encuadra dentro de los derechos fundamentales y las libertades públicas.

En el periódico local en papel que seis loc@s montamos hace ya un año, recuerdo a una madre que declaraba "llevamos a nuestros hijos al colegio y al instituto aceptando condiciones que no asumiríamos niguno de nosotros en nuestro lugar de trabajo". Y tiene toda la razón.

Desde 2013, la Plataforma por la Educación en Rincón de la Victoria se está movilizando reclamando la construcción del cuarto instituto, que ya nacerá pequeño, pero que algo aliviará la situación. Sin embargo, durante esos cuatro años, la Junta de Andalucía ha estado mirando hacia otro lado, a pesar de que padres y madres, alumnado y cuerpo docente habían hecho su trabajo, habían diagnosticado el problema que no veía o no quiso ver la Consejería de Educación.

En agosto del año pasado, por fin se adjudicó el desarrollo del proyecto a un estudio de arquitectura. Desde entonces, nada. La Plataforma ha estado presionando, ha advertido de la necesidad de tener redactados los pliegos para la licitación de construcción para que, en cuento estuviera finalizado el proyecto de ejecución, se publicará en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía. Nada.

Eso tenía que haber sucedido en marzo para conseguir llegar al curso 2018-2019, pero no ha sido así. Posteriormente, desde la Junta de Andalucía se comprometieron a que el 15 de mayo estaría licitado el proyecto de construcción, pero tampoco ha sido así. En septiembre del año que viene, l@s niñ@s seguirán estando enlatad@s, aún más, porque salen tantos cursos que ya a día de hoy hay estudiantes de Secundaria en centros de Primaria, ubicados en barracones, ya existen centros preparados para albergar cuatro cursos de Primero que tienen en realidad nueve.

Así las cosas, mañana habrá una masiva manifestación en Rincón de la Victoria, habrá movilizaciones en redes sociales con el hashtag #4JInstitutoParaRincón y desde esta tribuna os pido a toda la comunidad educativa, a toda la ciudadanía, viváis donde viváis. que os suméis de algún modo, porque esta miseria administrativa, esta vulneración de un derecho fundamental como es la Educación, este ultraje a nuestro propio futuro no está sucediendo únicamente en Rincón de la Victoria. Es mucho más común de lo que nos creemos.

Y allá donde suceda, sólo espero que además de la sociedad civil, que ya demuestra estar a la altura, también lo esté la clase política, tanto los que son del mismo color político que quien tiene la responsabilidad de resolver el asunto, evitando el compadreo, como la oposición, eludiendo instrumentalizarlo políticamente. ¿Y saben por qué? Porque aunque la mayor parte de las veces no lo entiendan, quien gobierna o quien está en la oposición no se debe a su partido, se debe a su pueblo (en especial en un Ayuntamiento), haya que enfrentarse con quien haya que enfrentarse. Y si no se enfrentan ellos, ya lo haremos nosotr@s. El único miedo que tenemos es a sucumbir o resignarnos algún día a la desidia de nuestros Gobiernos, esa que se ha dado con este cuarto instituto. Y eso no va a suceder.

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