Posos de anarquía

Caso Altsasu: lo que no cuenta la Fiscalía de la Guardia Civil

Desde que se conocieron los 375 años de prisión que pide la Fiscalía para los ocho acusados de la agresión de Altsasu, muchas personas me han pedido que escriba un artículo. Lo hice el año pasado, cuando ya se veía la sobreactuación judicial que se estaba produciendo y que ha terminado por poseer a una Fiscalía que, definitivamente, ha perdido el norte.

Especialmente recomendables son 'las seis claves para dudar de que las agresiones de Altsasu sean un delito de terrorismo', como excepcional me resulta el texto de Gerardo Tecé titulado 'Apellídalo terrorismo'. Con esas dos recomendaciones, ¿qué tiene que aportar este juntaletras para evidenciar la desproporcionalidad en que ha caído la Fiscalía? Pues un juego, el mismo al que se ha entregado la Fiscalía para esta aberración judicial. Juguemos a confundir con la Historia y sugerir relacionesn o probadas.

Como se explica en 'las seis claves',  el escrito de acusación de la Fiscalía indica que "a lo largo de los años" se ha "imbuido" en Navarra "un sentimiento de odio hacia la Guardia Civil que fue liderado por el denominado Movimiento de Liberación Nacional Vasco, impulsado desde sus comienzos por la organización terrorista ETA y que ha continuado hasta nuestros días". A partir de ahí, el escrito recorre desde 1976 hasta la actualidad para terminar contextualizando los hechos enjuiciados.

Bien, hagamos nosotros los mismo con la Guardia Civil, tomando además como referencia la Historia que recoge en su propia página web. Allí podemos leer cómo el 5 de enero de 1932, la Guardia Civil quiso sofocar una manifestación de huelguistas en Arnedo (La Rioja) y se lió a tiros, matando a once manifestantes y provocando una veintena de heridos.

 

Un año más tarde, en Casas Viejas (Cádiz) y ante el surgimiento del comunismo libertario proclamado por la CNT, la Benemérita prendió fuego a la casa donde se habían refugiado algunos de los participantes en la rebelión, asesinando a siete personas.

Seguimos avanzando en la historia y nos plantamos en el Golpe de Estado franquista, durante el cual, el papel de la Guardia Civil fue decisivo. En la página web del instituto armado, se indica que la sublevación triunfó donde se sumó la Guardia Civil y fracasó donde ésta permaneció fiel a la República. Ya en plena dictadura, este Cuerpo fue el encargado de masacrar el fenómeno del maquis o guerrilla antifranquista, que luchaba por la libertad. Lean otro artículo interesante en este diario: 'Muertos por condecoraciones', que ilustra el modo de proceder de la Guardia Civil del franquismo.

No podemos pasar por alto el intento de Golpe de Estado del 23-F. ¿Quién lo llevó a término? Sí, han acertado, oficiales de la Guardia Civil, llegando a asaltar el Congreso de los Diputados.

 

Un libro muy recomensable es Intxaurrondo. La sombra del nogal, en el que su autor, Ion Arretxe, relata las torturas a las que fue sometido por parte de la Guardia Civil en el cuartel de Intxaurrondo (Guipuzcoa), en aplicación de la entonces recién aprobada Ley Antiterrorista, tras haber sido detenido el 26 de noviembre de 1985. Tenía 21 años entonces.

Eran otros tiempos, pensarán, y entonces les remito a un caso más reciente: el del joven vitoriano Unai Romano, detenido entre el 6 y el 11 de septiembre de 2001 por la Guardia Civil que, según relata, le tuvo incomunicado. Entre los momentos que cuenta podemos destacar dos:

"Al cabo de un rato empiezan los interrogatorios. Me piden que colabore continuamente, mientras me golpean en la cabeza con unos palos forrados en espuma o cinta aislante. [...] Todos los interrogatorios los hago con un antifaz puesto en los ojos (...), y por encima del antifaz me ponen un pasamontañas. Cada vez los interrogatorios son más duros y me llegan a colocar hasta tres pasamontañas. Yo creo que es para amortiguar los golpes, pero la sensación de agobio es terrible, y no paro de sudar la gota gorda".

"Otra cosa que me hacen es la bolsa. Me colocan una bolsa en la cabeza y la cierran aguantándola, y así hasta que me tambaleo. Me lo hacen hasta unas ocho veces en total. Luego lo mismo; cuando estoy atontado, preguntas sobre mi forma de vivir, de dónde andaba y con quién, más agua y vuelta a empezar".

¿Es veraz esta y otras denuncias similares? Antes de contestar a esa pregunta les diré que, en esta década, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos ya ha condenado a España porque la investigación de hechos de este tipo "no se hizo a fondo ni fue efectiva". Esta es sólo una de las seis condenas de este tipo contra España desde 2010 y la octava desde que firmó el Convenio Europeo de Dererechos Humanos.

Y ahora sí, para responder a esa pregunta y cerrar mi artículo, me refiero a una investigación realizada por el Instituto Vasco de Criminología -La Investigación de la Tortura en el País Vasco entre 1960 y 2013-, con la que descubrimos que más de cuatro mil personas se vieron afectadas en Euskadi por las torturas cometidas por las Fuerzas de Seguridad del Estado durante los últimos cincuenta años.

Este informe ha manejado más de 22.000 documentos, recogiendo más de 900 testimonios. Además, se ha aplicado Protocolo de Estambul a dos centenares de casos, esto es, el mecanismo de Naciones Unidas para comprobar la veracidad de las denuncias, determinando que sólo el 2% de las denuncias podían ser tachadas de "inconsistentes" a efectos de la demostración de torturas. ¿Qué cuerpo lidera este horrible ránking de denuncias de torturas? Pues sí, lo han vuelto a adivinar: la Guardia Civil, con 1.589 casos, seguida de cerca por la Policía Nacional (1561) y, ya de lejos, la Ertzaintza (310).

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