Posos de anarquía

Por qué C's debería perder votos

Con varios días de retraso -debería haber sido publicado la semana pasada-, hoy conoceremos a través del Barómetro del CIS cómo evoluciona la intención del voto de la ciudadanía. Si en anteriores vimos el progresivo ascenso de Ciudadanos, deberíamos comenzar a avistar su retroceso: Rivera lo ha vuelto a hacer, él mismo ha pinchado la burbuja naranja.

Rivera y l@s suy@s tienen serios problemas con la igualdad. Si en la anterior cita electoral les pasó factura su errónea postura frente a  la violencia machista, ahora lo han hecho sus ataques al feminismo. Hace años, el partido naranja quiso equiparar la violencia doméstica con la violencia machista (hubo, incluso, quien rozó el esperpento comparando la vida de una mujer con la de un perro) y las urnas lo castigaron.

Ahora y ya en días previos a la realización de las encuestas de este barómetro, Ciudadanos ha venido demostrando que no es un partido feminista. Acusar a las movilizaciones del 8 de marzo, a esa huelga de mujeres que puso a España en el mapa informativo mundial, de estar manipulada políticamente fue cavar su propia fosa electoral.

Rivera, Arrimadas y compañía no se han enterado a estas alturas que defender el capitalismo es incompatible con defender el feminismo. Son antónimos. Esa vieja idea de refundir el capitalismo es tan falaz como ese falso y mezquino ecologismo capitalista.

Por si esto no fuera poco -aunque en este barómetro no se visualizarán aún sus efectos-, el modo en que Ciudadanos sostiene a la corrupción en el poder es despreciable. La última prueba convertida en aprieto ha sido la Comunidad de Madrid. La ambigüedad en la que Rivera se siente obligado a moverse le ha hecho sudar frío: si apoyaba desde el inicio una moción de censura, su electorado más derechón no le perdonaría dar el poder a la izquierda y al PSOE; si no tomaba medidas contra Cifuentes, cualquier persona decente lo criticaría.

Así las cosas, Ciudadanos se limitó a ser la última formación en pedir la dimisión de Cifuentes y, después, a sacar pecho. Rivera es como es@ niñ@ de la panda últim@ en enterarse de que los Reyes Magos son los padres y las madres y, cuando lo hace, finge que nunca se lo creyó... pero no cuela.

Que la formación naranja apoye otro Gobierno del PP en Madrid cuando sus cuatro últimos president@s están cercados por la corrupción es ceder a ésta, es ser el partido de la degeneración en lugar de como predican, el de la regeneración. Eso debería pasarles factura, aunque España sea diferente, aunque a la hora de la verdad, el electorado español destile ese gusto masoquista y apoye, como ha venido haciendo con el PP, a quien ha esquilmado el país, a quien ha llevado a millones de personas a la miseria.

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