Posos de anarquía

El Tribunal Constitucional quiere reescribir la Historia

España, año a año, va retrocediendo en materia de libertad de prensa. No lo digo yo, lo dicen organizaciones como Reporteros Sin Fronteras. Entre los verdugos de esta libertad se encuentran tanto el Gobierno del Partido Popular (PP), con su deleznable Ley Mordaza, como los propios jueces. Hoy es el turno del Tribunal Constitucional que, si ya de por sí tenía poco crédito por ser la expresión máxima de la politización de la Justicia, ahora riza el rizo queriendo reescribir la Historia.

El artículo que firma hoy mi colega Pablo Romero es una muy mala noticia para todo el mundo, incluidas las dos personas que creen que salen beneficiadas. Que un juez obligue a un periódico a capar su buscador de noticias, su hemeroteca, para impedir que aparezcan hechos probados y verídicos del pasado es un atentando en sí mismo a la democracia.

La prensa no sólo es un pilar básico de cualquier democracia, sino que se ha convertido un instrumento esencial para la Historia. Ampararse en el derecho al olvido para impedir que un@ pueda encontrar ciertas noticias porque a dos personas se les ha antojado que no se conozcan los hechos que protagonizaron en el pasado es de una desfachatez supina... más aún cuando se sabe que los hechos referidos se encuadraban en una operación de tráfico y consumo de drogas y que quienes desean 'ser olvidados' guardan parentesco con un conocido político y 'miembros de la clase alta'.

Podría haber bastado con desindexar las noticias del periódico en los buscadores como Google, pero no, el Tribunal Constitucinal (TC) ha traspasado la línea roja y, a mi modo de ver, ha pisoteado la Constitución que debería defender. Obligar a la prensa a modificar sus buscadores de sus hemerotecas es un despropósito, especialmente, porque la justificación para ello es el derecho al honor. No es el periódico quien deshonró a los procesados, sino éstos mismos cuando cometieron un delito.

¿Se imaginan que un terrorista de ETA que ya ha cumplido condena solicitara el mismo derecho al olvido? Apuesto a que much@s de l@s que hoy defienden la sentencia del TC se llevarían las manos a la cabeza, pero no se equivoquen, se trata de la misma casuística.

Corren malos tiempos para el periodismo, con continuas cortapisas de las élites poderosas, con  precariedad hasta el tuétano de los huesos, con presiones, amenazas y querellas huecas que empozoñan nuestra labor... y ahora, además, con el capricho de un Tribunal Constitucional que el día menos pensado manda quemar el Archivo Histórico Nacional por aquello de quel derecho al olvido.

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