Andalucía se ha convertido en el gran laboratorio de la derecha española. Tras las elecciones del pasado 2 de diciembre, PP, Ciudadanos y Vox miden sus fuerzas para ver cuán cómodos están reagrupándose de nuevo en el poder, aunque en las urnas se despliguen. Hoy, conocidas las declaraciones de bienes de sus señorías, nos damos cuenta para quién gobiernan realmente.
Una de las primeras medidas adoptadas por PP-Cs, apoyados por Vox, fue convertir a Andalucía en el paraíso de las herencias... de las personas más ricas, que ven ahora cómo se han evaporado los impuestos que pagaban por herencias superiores al millón de euros, que era el límite a partir del cual se tributaba. ¿A quién afecta esta medida realmente? Pues a quienes más tienen.
Si miramos a las propiedades de sus señorías, vemos que quienes más tienen son, precisamente, l@s diputad@s de PP y Cs. A la cabeza, la popular malagueña Esperanza Oña, con siete viviendas en su haber y casi un millón de euros en depósitos bancarios. Juanma Moreno no anda mal tampoco, con una vivienda en Madrid y otra en Málaga, dos inmuebles rústicos y un local comercial. A su socio de Gobierno Juan Marín (Cs) tampoco le vendrá mal la rebaja fiscal autoaplicada, pues posee cinco inmuebles.
Vox también cuenta en sus filas con grandes propietari@s, como es el caso de Ana Gil y sus tres propiedades; o el mismo Francisco Serrano y sus dos propiedades, mismo número que Imbroda (Cs), al volante de su Porsche Panamera.
Al otro lado, Adelante Andalucía, con sus dos líderes, Teresa Rodríguez (Podemos) y Antonio Maíllo (IU), sin propiedades, como sucede con la mayor parte de la ciudadanía, que precisa de una redistribución de la riqueza para que se produzca justicia social. Esa justicial social está hoy más lejos de llegar en Andalucía y, si se extiende el laboratorio conservador al resto del país, también en España.
Sorprende la sangría de dinero público, cuando una de las mayores denuncias que hacía Moreno cuando se encontraba en la oposición era que el PSOE no ejecutaba el presupuesto en su totalidad, especialmente el dinero que llegaba desde el Gobierno central o desde Europa; sólo en fondos europeos aseguraba que no se ejecutaban cerca de 6.000 millones de euros. ¿Qué está haciendo Moreno ahora con todo ese dinero que, según él, estaba en un cajón? Un ejemplo:
A quienes leímos los programas electorales no nos pilla por sorpresa que la derecha quiera potenciar aún más el aporte de dinero público a la Sanidad privada, en lugar de reforzar la Pública. Susana Díaz era una maestra en las privatizaciones encubiertas y ahora, éstas se incrementarán con total desfachatez, aunque en otras Comunidades Autónomas como Madrid hayamos asistido a cómo, después de beneficiarla, la Sanidad privada es su perfecta puerta giratoria. Vayan informándose de cara al 28 de abril, se juegan mucho.